El Reino Unido alaba el potencial de la nanotecnología, pero pide prudencia con respecto a las nanopartículas
Un grupo de trabajo británico ha concluido su informe sobre nanotecnología y ha señalado que presenta un gran potencial y pocos riesgos nuevos. No obstante, todavía se desconocen muchas cosas sobre los efectos de las nanopartículas en la salud humana y el medio ambiente, por lo que el informe recomienda prudencia y la clasificación de las nanopartículas y nanotubos como nuevos agentes químicos en el marco de la legislación británica y comunitaria. Entre las posibles ventajas de la nanotecnología se incluyen nuevos materiales, ordenadores más potentes y técnicas médicas revolucionarias. Uno de esos productos podría ser el implante médico. Los implantes actuales, como las válvulas cardiacas, están hechas de titanio y aleaciones de acero inoxidable. Sin embargo, estas aleaciones metálicas pueden gastarse durante la vida del receptor. El óxido de zirconio (circona) nanocristalino es una alternativa biocompatible y resistente a la bio-corrosión. Otra de las posibles aplicaciones médicas está en las nuevas formas de hacer llegar los medicamentos a determinadas partes del cuerpo. No obstante, el informe señala que a pesar de que se han recibido con satisfacción las posibles ventajas de las nanotecnologías para la salud y el medio ambiente, también se ha mostrado el temor de que las mismas propiedades que los científicos y la industria están aprovechando (por ejemplo la reactividad superficial y la capacidad de atravesar membranas celulosas) puedan tener unas consecuencias negativas sobre la salud y el medio ambiente y en concreto, que puedan producir una mayor toxicidad'. De hecho, casi todas las preocupaciones en materia de seguridad expresadas al grupo de trabajo durante la realización del estudio tenían que ver con las posibles consecuencias de las nanopartículas y los nanotubos artificiales en la salud y la seguridad de las personas, la fauna y flora y los ecosistemas. Teniendo todo esto en cuenta, el estudio sugiere que los Consejos de Investigación británicos creen un centro interdisciplinario para la investigación de la toxicidad, la epidemiología, la persistencia y la bioacumulación de nanopartículas y nanotubos artificiales, así como los métodos de exposición a los mismos. Este centro desarrollaría también metodologías e instrumentos para controlar las nanopartículas y los nanotubos en los medios naturales y artificiales y colaboraría con las organizaciones dentro y fuera de Europa que recaban información similar. El informe recomienda también que, hasta que se sepa más sobre el impacto medioambiental, se eviten en lo posible las emisiones al medio ambiente de nanopartículas y nanotubos. Igualmente, sugiere tratar los agentes químicos en forma de nanopartículas y nanotubos como nuevas sustancias en el marco de las normas existentes y en el futuro sistema comunitario de registro, evaluación y autorización de sustancias y preparados químicos' (REACH). El grupo de trabajo identificó cuáles son las lagunas reguladoras, y por tanto recomienda a la Comisión Europea revisar la idoneidad del régimen regulador actual con respecto a la introducción de las nanopartículas entre los productos de consumo. 'Este informe ha confirmado el gran potencial de las nanotecnologías, afirmó la Profesora Ann Dowling, presidenta del grupo de trabajo que lo ha realizado. La mayoría de los campos no presentan riesgos nuevos para la salud o la seguridad, pero en lo que se refiere a las partículas, el tamaño realmente importa. Las nanopartículas se pueden comportar de un modo muy distinto a las partículas más grandes y esto se puede aprovechar de muchas maneras. No obstante, es imprescindible que determinemos los efectos negativos y positivos que puedan tener.'
Países
Reino Unido