Los robots ganadores de los estudiantes hacen su última aparición en Bruselas
Algunos de los mejores robots construidos por estudiantes europeos de entre 17 y 25 años de edad estuvieron el 9 de noviembre en el Parlamento Europeo en Bruselas, Bélgica, dentro de la Semana de la Ciencia Europea. Los robots participaron en un acto de demostración, mientras sus diseñadores recibían los premios que habían ganado anteriormente en la final Eurobot. El MPE y anterior Comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin, inauguró el acto y homenajeó tanto a los participantes en Eurobot como a los que han iniciado e implementado lo que denominó una misión ejemplar: una idea europea'. Eurobot es una competición robótica de alto nivel que enfrenta a robots completamente autónomos en un reto deportivo previamente determinado. En 2004, los robots compitieron en el Rugby del Coco. El objetivo del juego era recoger cocos e introducirlos en la portería rival, consiguiendo de esta manera un gol, o lanzarlos por entre los cocoteros del rival, consiguiendo así un ensayo. Resultó vencedor el equipo francés Supaero, por delante del equipo suizo Team ID. La final se jugó en mayo, tras celebrarse ocho pruebas clasificatorias nacionales (Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Alemania, Serbia-Montenegro, España y Suiza. Así mismo, se invitó a participar en la final a algunos equipos no europeos, como JUL, Argelia e Irán. En total, 20 países y más de 3.000 jóvenes universitarios, de escuelas de ingeniería y de asociaciones científicas participaron en la edición de 2004. Se prevé que esta cifra aumente en 2005, ya que países como Grecia, Bulgaria y Rumanía ya han mostrado su interés por participar. Emmanuel Tillaux, coordinador del equipo ganador Team Sapaero, explicó a CORDIS Noticias cómo había trabajado el equipo, compuesto por 20 miembros, durante nueve meses en el robot. Cuando se dieron a conocer por vez primera las normas para 2004, los miembros del equipo asistieron a una sesión de brainstorming o tormenta de ideas, y posteriormente seleccionaron las mejores y las más prácticas. Dividieron el trabajo entre los diferentes miembros del equipo, en función del campo de experiencia de cada uno. El equipo se dedicó de lleno a la tarea, trabajando en el proyecto todos los días después de sus clases y también durante los fines de semana durante nueve meses. El equipo calcula haber invertido unas 6.000 horas en el proyecto. En la carrera a la final de mayo, los miembros del equipo perdieron algunas clases para estar preparados a tiempo. ¡Los profesores les ayudaron!, señala el Sr. Tillaux. Para la mayoría de los equipos participantes, la competición constituye una actividad ajena al programa de estudios aunque se ha incluido en el programa de enseñanza de algunas facultades y universidades. El esfuerzo mereció la pena porque el robot del equipo Sapaero superó a todos los finalistas. No obstante, el Sr. Tillaux afirma que el trabajo mereció la pena sobre todo porque consiguieron construir el robot que esperaban construir. La victoria fue un regalo y no el objetivo final, declaró a CORDIS Noticias. El equipo Sapaero y el Sr. Tillaux volverán el próximo año, en el que los robots competirán en una partida de bolos. La idea de los bolos ha desconcertado un poco al equipo, pero ya están decidiendo cuáles de las ideas propuestas por los miembros se pueden seguir. La competición se considera un éxito de forma generalizada, y ha recibido cobertura televisiva en 15 canales de televisión en Europa. Este año el proyecto recibió fondos de la Comisión Europea en el marco de la Semana de la Ciencia (del 8 al 14 de noviembre), por su capacidad no sólo para atraer a jóvenes científicos sino para comunicar la ciencia al público general. El Sr. Busquin afirmó que hacer llegar la ciencia al público debería ser y es una de las misiones de la Unión Europea. La actividad se financia actualmente dentro de la actividad ciencia y sociedad del Sexto Programa Marco (VI PM) de la Comisión Europea, que el Sr. Busquin confía continúe siendo una prioridad en el VII PM.