España presenta el documento que recoge su postura oficial respecto al VIIPM en el momento más adecuado para sus intereses
Después de que un total de 13 Estados miembros lo hubieran hecho ya, España es el último de los países en enviar sus consideraciones al debate sobre las propuestas de la Comisión sobre la futura política de investigación de la UE. Para conocer más en detalle el proceso de preparación de la postura oficial española y los planes del gobierno español para asegurarse que su posición se toma plenamente en consideración, Noticias CORDIS ha hablado con Luis Delgado, coordinador del programa marco y responsable de la redacción final del documento sobre la posición española respecto al VII Programa Marco (VIIPM). Como puso de manifiesto el Sr. Delgado, España está conforme en principio con los objetivos globales de la Comisión para el VIIPM como son, por ejemplo, el reforzamiento del Espacio Europeo de Investigación y la creación de un auténtico mercado interior del conocimiento. Según se indica en el documento que refleja la postura española: "Consideramos que deberían mantenerse los principios fundamentales en los que se basaban los programas marco anteriores y que tan buenos resultados nos han dado". Sin embargo, añadió el Sr. Delgado: "Necesitamos ir más allá: en base a nuestra experiencia con el VIPM mantenemos algunas diferencias en lo que se refiere a la puesta en práctica del programa. Por ejemplo, las entidades españolas experimentaron diversas dificultades en relación a los nuevos instrumentos. Las bases sobre las que estos se sustentan son adecuadas (creación de una masa crítica y una mayor integración), pero la excelencia y el valor añadido europeo no están exclusivamente relacionados con el tamaño de los proyectos". El documento que refleja la postura oficial española pone claramente de manifiesto este aspecto: "El tamaño de los consorcios debería ser proporcional a los objetivos que se persiguen y no debería condicionar por sí mismo la consecución de un determinado objetivo. Se debería fomentar la inclusión de grupos que, a pesar de su pequeño tamaño, ofrezcan la posibilidad de contribuir al proceso de investigación europeo". El documento recoge asimismo una serie de recomendaciones sobre todos los aspectos fundamentales del futuro programa marco. Por ejemplo, se apoya la creación de un Consejo Europeo de Investigación con un mayor nivel de financiación para la investigación básica, se reclaman una serie de medidas específicas destinadas a incrementar la participación de las pequeñas y medianas empresas (PYME), y se aboga por una relación más sólida entre los proyectos del VIIPM y las empresas que potencialmente podrían utilizar sus resultados. No obstante, dada la diversidad de entidades españolas con intereses en el VIIPM, Noticias CORDIS preguntó al Sr. Delgado si había resultado fácil establecer un documento sobre la postura oficial española en el que se reflejasen las distintas opiniones. En su respuesta, explicó que se había establecido ya una comisión de usuarios de los programas marco de la que forman parte representantes de universidades, organizaciones públicas de investigación, asociaciones industriales y centros tecnológicos. Posteriormente se procedió a realizar una consulta pública que reflejaba las opiniones de estos y otros actores, tras lo cual un grupo de trabajo redactó la postura definitiva. "Resultaba evidente que existían diferentes puntos de vista entre, por ejemplo, las asociaciones industriales y las universidades, pero logramos llegar a un consenso, si bien es verdad que como consecuencia de esas discrepancias algunas cuestiones siguen resultando un tanto ambiguas". El resultado final de ese proceso de creación de consenso está representado por una postura que podemos considerar como "bastante general", admite el Sr. Delgado. Sin embargo, el documento en sí mismo no es sino uno entre los diversos medios a través de los cuales España intentará ejercer su influencia en el diseño del próximo programa marco, habiéndose previsto su publicación para el momento en el que su repercusión sea la mayor posible. "La Comisión ultima en la actualidad los detalles de sus propuestas en relación al VIIPM y es ahora cuando los Estados miembros deben manifestar sus intereses, los tres o cuatro aspectos fundamentales que nos gustaría que se viesen reflejados". Otra vía a través de la cual España y otros Estados miembros pueden asegurarse de que sus opiniones se ven reflejadas en el programa final es a través de un proceso de creación de consenso entre ellos. "La mayoría de los demás Estados miembros han reaccionado ya a las propuestas de la Comisión. Digamos que se conocen ya las posturas de unos y de otros, de manera que somos conscientes de que un acuerdo, al menos parcial, es posible sobre determinados aspectos". Foros del tipo CREST y el Consejo de la Competitividad desempeñan un papel fundamental en ese proceso de creación de consenso internacional", añadió el Sr. Delgado. España, por su parte, más que intentar conseguir todos los objetivos previstos en el documento que refleja su postura oficial, centrará sus esfuerzos en "enviar señales claras" a la Comisión respecto a las tres o cuatro cuestiones que más nos gustaría ver reflejadas en el VIIPM, indicó el Sr. Delgado. No es de sorprender que en muchos casos estos aspectos clave estén relacionados con la posición específica de España dentro de los programas marco. Por ejemplo, España desearía ver incorporada una disposición general que facilite la participación en el VIIPM de las regiones más apartadas geográficamente, y ello con la mente puesta sobre todo en las Islas Canarias. El país desearía asimismo que en el próximo programa marco existiese un tratamiento más amplio del tema de la investigación marina, dada la importancia económica que los recursos marítimos tienen para la UE en general, y en especial para España. Por último, el Sr. Delgado comentó que España desearía además que el VIIPM contemplara una mayor cooperación entre la UE y Latinoamérica y que se incluyese una sección específica dedicada a la cooperación UE-Latinoamérica dentro del programa INCO. En última instancia, no obstante, el Sr. Delgado y sus colegas entienden que si España y los otros Estados miembros de la UE quieren desarrollar realmente todo su potencial económico, los programas marco no representan sino una pequeña parte de la ecuación: "Al final, todos los Estados miembros tendrán que lograr una mayor coordinación de sus respectivos programas nacionales, ya que el 90 por ciento de la financiación destinada a investigación proviene de fondos nacionales", concluyó diciendo el Sr. Delgado.
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