Un matemático estadounidense de origen húngaro consigue el premio Abel 2005
El matemático estadounidense de origen húngaro, Peter D. Lax, recibió el 24 de mayo en Oslo, de manos del príncipe Haakon de Noruega, el Premio Abel de matemáticas. El premio, dotado con 780.000 euros, es el galardón más importante de matemáticas, ámbito olvidado por los premios Nobel. El profesor Lax fue distinguido por "sus revolucionarias aportaciones a la teoría y la aplicación de las ecuaciones diferenciales y a la informatización de sus soluciones". Las ecuaciones diferenciales son la base de nuestra comprensión científica de la naturaleza y mientras que las ecuaciones lineares se pueden entender razonablemente bien, las ecuaciones no lineares que aparecen en ámbitos como la aerodinámica, meteorología y elasticidad son más complejas. En los años 50 y 60, el trabajo del profesor Lax dio paso a las modernas teorías de ecuaciones no lineares de este tipo. Nacido en Budapest (Hungría) en 1926, Peter Lax emigró a EEUU con sus padres a la edad de 15 años y en 1945 participó en el proyecto Manhattan en Nuevo Méjico con el que EEUU desarrolló con éxito la primera bomba atómica del mundo. Tras obtener su doctorado en 1949 en la universidad de Nueva York, el profesor Lax comenzó a trabajar en el instituto de matemáticas creado por su director de tesis, Richard Courant. Además de por su principal actividad, el profesor Lax es conocido también por la introducción de los esquemas numéricos Lax-Friedrichs y Lax-Wendroff, utilizados en la informática, que permitieron desarrollos teóricos y aplicaciones prácticas como las predicciones del tiempo y el diseño de aeronaves. Además, el "Teorema de Equivalencia de Lax" es considerado "un hito de los análisis numéricos modernos" y su trabajo sobre la dispersión y el comportamiento a largo plazo de soluciones no sólo constituyen un marco para las matemáticas aplicadas sino que conducen también a una comprensión nueva de las matemáticas puras. La abundancia y la variedad de sus descubrimientos explican por qué es considerado el matemático más versátil de su generación. Tras la ceremonia de entrega, los miembros del Comité del premio Abel señalaron: "Peter D. Lax reúne de manera excepcional las matemáticas puras y aplicadas, combinando un profundo conocimiento del análisis con una extraordinaria capacidad de invención de conceptos unificadores. Ha ejercido una gran influencia no sólo por sus investigaciones sino por sus escritos, su largo compromiso con la educación y su generosidad hacia colegas más jóvenes que él." John Ball, Presidente de la Unión internacional de matemáticas, concluyó diciendo "ha sido una inspiración para mí desde que era estudiante. Lax tiene mucho talento. Tiene ideas unificadoras que crean el marco para otros matemáticos".