Un informe concluye que una mayor transparencia en la información es clave para iniciar un debate sobre la experimentación con animales
En un documento de revisión importante sobre la ética en la investigación con animales, el Nuffield Council on Bioethics del Reino Unido ha concluido que un debate constructivo sobre este tema sería mucho más simple si se dispusiera de información clara sobre las implicaciones de los experimentos con animales en lo que respecta al número de animales empleados, al nivel de sufrimiento que causan y a las ventajas que suponen para la ciencia y otros sectores. El consejo creó un grupo de trabajo en 2003 para examinar el tema con detenimiento y sus resultados se publicaron en un informe de 350 páginas el 25 de mayo. Aunque no siempre fue posible alcanzar un consenso sobre los múltiples temas que surgieron, los expertos del grupo de trabajo afirman que fueron capaces de evitar "la polarización de opiniones que con frecuencia impide que se genere el debate adecuado." El debate ético sobre investigación en el que participan animales debe considerarse en un contexto más amplio que incluya el uso de animales en los alimentos, la ropa, la agricultura y otras actividades, argumenta el informe, que añade, sin embargo, que la participación de los animales en la investigación no puede justificarse simplemente por el hecho de que se esté abusando de los animales de otras maneras. De hecho, afirma que "el objetivo final debería ser un mundo en el que todos los beneficios importantes de [la investigación con animales] se pudieran lograr sin causar dolor, sufrimiento, ansiedad o lesiones duraderas e incluso la muerte de los animales que participan en la investigación." En muchos casos, las opiniones a veces contradictorias sobre la experimentación con animales surgen como resultado de las diferentes convicciones morales, las cuales todas deberían tomarse seriamente en consideración, según el informe. Los miembros del grupo de trabajo están de acuerdo, sin embargo, en que en un futuro cercano, una argumentación moral por sí sola no ofrecerá la respuesta universal a si está justificada la experimentación con animales. Ante esta realidad, el informe recalca la importancia de las tres R (reducción, refinamiento y reemplazo) y argumenta que deberían continuar estando consagradas por la legislación del Reino Unido. Aún más, el grupo de trabajo está de acuerdo en que no es suficiente con analizar aquellas alternativas que están disponibles en el momento de la evaluación. "La cuestión de por qué no hay alternativas disponibles y qué es necesario para poder disponer de ellas son preguntas que deben plantearse también. El potencial de estas las tres prácticas queda lejos de agotarse." Sobre la cuestión legislativa, si bien el informe elogia el marco integral instaurado en el Reino Unido, advierte que no se puede garantizar una responsabilidad completa a través de la única existencia de una legislación. En realidad, la normativa puede actuar como una "pantalla emocional" entre el investigador y el animal, fomentando la falsa creencia en que el cumplimiento de la ley conlleva actuar de una forma moralmente responsable. "Por lo tanto es esencial promover las mejores prácticas de forma más activa y mejorar la cultura del cuidado a los animales en los centros con licencia para experimentar con ellos." En términos de validez científica, el grupo de trabajo concluye que, debido a las continuidades en la evolución y las similitudes entre los animales y los humanos, existen razones suficientes para concluir que en la práctica de la experimentación con animales éstos pueden ser modelos útiles para el estudio de los procesos biológicos en los humanos en casos específicos. Sin embargo, sus miembros rebaten también dos generalidades comunes, principalmente que dicha investigación sea aplicable directamente a los humanos, o que la investigación con animales nunca haya producido resultados útiles y de relevancia para los seres humanos. Quizás, como reflejo de las diferentes posturas morales acerca de la experimentación con animales expresadas por miembros individuales del grupo del trabajo, muchas de las recomendaciones finales del informe se centran en las medidas que mejorarán la calidad del futuro debate ético. Piden que se mejoren las estadísticas gubernamentales relativas al uso de animales en proyectos específicos de investigación, incluyendo información de relevancia sobre objetivos y beneficios previsibles de esta investigación; la probabilidad de lograr estos objetivos; el número y especies de animales que se utilizan; qué pasará probablemente con los animales; qué importancia se ha dado a las tres R (reducción, refinamiento y reemplazo); los fundamentos para rechazar alternativas potenciales; y fuentes de financiación. El informe hace un llamamiento a todos los que participan activamente en la experimentación con animales para que adopten una postura más proactiva y expliquen sus investigaciones a la sociedad, al tiempo que deben intentar asimismo comprender mejor las opiniones y preocupaciones expresadas por los ciudadanos. También insta a investigadores y países a compartir más la información para intentar reducir el número de experimentos sobre animales que se está duplicando innecesariamente. Por último, el grupo de trabajo quiso también destacar que en todos los casos, el uso de planteamientos basados en la violencia e intimidación para oponerse al uso de animales en la investigación está moralmente equivocado, y reclama la realización de un debate razonable y civilizado. El informe recalca que aunque determinados miembros del grupo de trabajo que se oponían a la experimentación con animales respaldaron las recomendaciones, muchas de ellas dirigidas a mejorar las condiciones en las que se utilizan los animales, ello no implica de manera alguna su conformidad con el uso de los animales en la investigación. La presidenta del grupo de trabajo, la Baronesa Perry of Southwark, concluyó: "No ayuda categorizar simplemente las opiniones a "favor" o en "contra" de la investigación con animales. Existe una secuencia de opiniones entre estos dos extremos del espectro. El informe no se decanta sobre cuál de los puntos de vista es el correcto, sino que invita al lector a que juzgue por sí mismo. Hemos pretendido analizar el fundamento ético sobre el que se basan las diferentes opiniones."
Países
Reino Unido