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Una conferencia califica a las regiones de pilares del "espacio europeo de innovación"

Con motivo del relanzamiento a principios de este año de la agenda de Lisboa para la competitividad, los líderes de la UE reconocieron el papel central que el conocimiento y la innovación deben desempeñar si Europa quiere alcanzar estos objetivos ambiciosos. El problema, sin...

Con motivo del relanzamiento a principios de este año de la agenda de Lisboa para la competitividad, los líderes de la UE reconocieron el papel central que el conocimiento y la innovación deben desempeñar si Europa quiere alcanzar estos objetivos ambiciosos. El problema, sin embargo, radica en la llamada "paradoja europea," que consiste en que el continente no consigue que su excelencia se convierta en investigación sobre nuevos productos, servicios y procesos innovadores. Para que Europa tenga alguna oportunidad de incentivar su competitividad y preservar su modelo social, debe encontrarse algún remedio a este problema. Y, en este contexto, las regiones de Europa tienen un papel clave que desempeñar, un mensaje que subrayaron los responsables de la Comisión que asistieron a la conferencia plenaria de la red de las Regiones Innovadoras de Europa (IRE), celebrada en Ljubljana, Eslovenia, los días 7 y 8 de junio. David White, Director de Política de Innovación de la Dirección General de Empresa e Industria de la Comisión Europea, informó a los actores regionales reunidos que "la innovación no es un proceso de "soluciones técnicas correctivas aplicadas al final de los procesos productivos", ya que no se deriva necesariamente de la investigación." "La innovación trata sobre la interacción en un determinado proceso económico entre los diferentes actores: industriales, científicos, técnicos, inversores, empresarios, autoridades públicas, consumidores y PYME (pequeñas y medianas empresas). La política regional puede crear un entorno conductivo para esta interacción, que será, a su vez, conductivo para la innovación", añadió, advirtiendo que también se podría producir la situación contraria. Uno de los aspectos más característicos de la competitividad regional europea es la disparidad, argumenta el Sr. White, quien reiteró que mientras que el PIB per capita en las diez regiones con mejor rendimiento es del 189 por ciento de la media de la UE, en las diez regiones menos prósperas esta cifra desciende hasta un 36 por ciento. "Pero el mensaje no es del todo malo, la UE cuenta con líderes mundiales en innovación, con países como Suecia y Finlandia que son la envidia del mundo [...] y muchas de las regiones más pobres de Europa arrojan también los índices más elevados de crecimiento, así que de esta forma se genera convergencia." Durante los últimos diez años, la Comisión ha puesto mucho empeño en promover el desarrollo de la innovación regional, principalmente a través de la red IRE y de la financiación de proyectos RIS (estrategias regionales de innovación). De hecho, el día antes de comenzar la conferencia, la Comisión lanzó 32 nuevas iniciativas RIS, que abarcan la mayoría de los nuevos Estados miembros, los países candidatos y los países asociados. Sin embargo, el Sr. White señaló que "los proyectos RIS son un paso importante, pero sólo el primero, y requieren de actividades de seguimiento." El Sr. White puso el ejemplo del país anfitrión, Eslovenia, que ha desarrollado la estrategia de innovación SLOVITTS. "Aunque es muy importante, por sí sola no es suficiente. Debe ser entendida como una buena plataforma para obtener el creciente apoyo de la UE, por ejemplo, a través de los fondos estructurales y de los programas marco." De hecho, varios delegados destacaron la transición desde poner una estrategia de innovación regional en marcha a lanzar en realidad iniciativas concretas para aplicarla como fase crítica. El peligro radica en que, aunque para crear un proyecto RIS los recursos necesarios sean relativamente modestos, llevarlo a cabo exige un compromiso mucho mayor de financiación y recursos humanos. "Estas estrategias deberían ser aplicadas de una forma dinámica, no debe darse uno por satisfecho, se debe luchar siempre por hacerlo mejor, y es especialmente importante que los países pequeños sean ambiciosos," añadió el Sr. White, quien puso el boom económico de Irlanda como ejemplo de lo que se puede lograr cuando las estrategias se convierten en acción. Para garantizar que no se pierda el impulso en aquellas regiones donde la Comisión ha financiado ya proyectos RIS, ésta espera que se pongan en marcha acciones encaminadas hacia la integración transfronteriza de los programas de innovación nacionales y regionales, para crear lo que el Sr. White califica de un "espacio europeo de innovación." "No me gusta mucho hablar de "espacios", pero realmente necesitamos un europeo dedicado a la innovación, un área que propicie las condiciones esenciales para que se genere la innovación de forma adecuada." Aunque anima a las regiones europeas a aprender de los éxitos y fallos de otros, el Sr. White advirtió, sin embargo, que intentar copiar directamente los logros de un país como Irlanda no es la solución. A la pregunta de Noticias CORDIS sobré qué lecciones deberían aprender las regiones, contestó que "hay algunas cosas que todas las regiones deben hacer: eliminar la burocracia, asegurarse de que las pequeñas empresas tienen acceso al asesoramiento y el apoyo, y desarrollar técnicas para movilizar la financiación destinada a las pequeñas empresas. Cada región puede aprender algo de las otras en estos ámbitos." La futura política de innovación regional de la Comisión deberá por lo tanto esforzarse en promover este proceso de aprendizaje colectivo, a través de nuevas iniciativas como el programa marco de la Competitividad y la Innovación, y la recientemente lanzada Plataforma de Aprendizaje Mutuo (MLP), así como dando continuidad a las actividades existentes, incluidas las desempeñadas por la red IRE. Finalmente, el éxito o el fracaso está en manos de las propias regiones de Europa, y con el futuro de la competitividad europea en balanza, las oportunidades no podrían ser mayores.

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