El proyecto NanoDialogue pretende conseguir la participación del público en el debate sobre nanotecnologías y nanociencias
El desarrollo de las nanotecnologías y las nanociencias todavía está en una fase inicial, aunque se espera que, para 2010, el mercado de los productos basados en las nanotecnologías aumente en cientos de miles de millones de euros. Para suscitar el debate público sobre los avances de la investigación en este campo, se ha lanzado recientemente el proyecto NanoDialogue del VI Programa Marco de la Unión Europea. Aunque ya se encuentran en el mercado productos que utilizan las nanotecnologías, y son cada vez más conocidos por el público a través de la ciencia ficción, los ciudadanos todavía no son muy conscientes del verdadero potencial económico y social. El dialogo entre investigadores, ciudadanos, la sociedad civil e interlocutores de la industria sobre los temas sociales y éticos que plantean las nanotecnologías y las nanociencias, es cada vez más indispensable para tomar decisiones políticas democráticas en este área. La Comisión Europea está llevando a cabo en la actualidad acciones específicas para difundir las nanotecnologías y las nanociencias dentro del programa de trabajo de investigación Nanotecnologías, materiales inteligentes y nuevos procedimientos de producción del VI Programa Marco. Una de éstas, el proyecto NanoDialogue, (Nanodialogue - Enhancing dialogue on Nanotechnologies and Nanosciences in society at European level One), ha sido dotado con un presupuesto de 850.000 euros. El doctor Luigi Amodio, coordinador del proyecto y director del centro científico de Nápoles, Città della Scienza, explicó a Noticias CORDIS que "los centros científicos son lugares donde precisamente se puede avanzar en estos temas. El modelo práctico constituirá una parte principal de la relación entre la ciencia y la sociedad en el futuro, junto con los centros científicos y las nuevas actividades como los "cafés científicos". Entre los socios del proyecto figuran ocho centros científicos de Europa, y ECSITE, la red europea de centros científicos y museos. Con el fin de dar cabida a las cuestiones relativas a la participación social, se ha incluido también en el consorcio del proyecto el Centre for Studies on Democracy, de la universidad de Westminster, en Reino Unido. El doctor Amodio enmarca la iniciativa en el contexto del reciente referéndum italiano sobre la investigación con células madre y su escaso nivel de participación. "La mayoría de las personas pueden comprender los argumentos culturales, políticos o religiosos, pero no tienen necesariamente las claves para comprender los aspectos científicos". La ciencia y la tecnología son vitales para la economía europea y, un mayor entendimiento acerca de éstas suele propiciar un mayor respaldo, según el doctor Amodio. Si la gente no comprende el papel de la ciencia y la tecnología no será, por lo tanto, capaz de dar su apoyo a las políticas adecuadas para el futuro. "Las personas tienen el derecho y el deber de conocer qué es lo que se cuece en los laboratorios europeos, para que puedan tomar decisiones conscientes sobre las actividades que deberían seguir recibiendo apoyo", declara el doctor Amodio, quien cree que, conforme aumentan las fuentes de información, se irá cada vez convirtiendo más en un deber. El proyecto, lanzado en marzo de 2005, se encuentra actualmente en proceso de elaborar un marco de canales básicos para la comunicación y el debate social sobre nanotecnologías y nanociencias. El proyecto se basa en una estrategia doble: por una parte, tiene el objetivo de comunicar los últimos avances en investigación en el campo de las nanotecnologías y las nanociencias al público en general y, por otro lado, intentará involucrar a los investigadores, la sociedad civil y los ciudadanos en un dialogo social sobre nanotecnologías y sus ciencias relacionadas. El dialogo servirá para que el proyecto identifique las principales cuestiones y preocupaciones de estos grupos en relación con las nanotecnologías. El proyecto NanoDialogue comenzó con un seminario, en junio de 2005, basado en la metodología de "juego de exhibición", con el objetivo de diseñar el contenido de los instrumentos de comunicación del proyecto. Entre estos figuran: siete módulos de exhibición interactiva, que incluyen exhibiciones prácticas; productos multimedia y educativos sobre nanotecnologías y nanociencias; y un sitio web para difundir la información y para recoger comentarios. El doctor Amodio explica que, "intentaremos abordar situaciones y aplicaciones de la vida real, como la salud, los nuevos materiales y el medio ambiente. Esto acercará más las tecnologías a las personas en sus vidas diarias". Los módulos de exhibición se expondrán en los ocho países participantes durante al menos seis meses, a partir de febrero de 2006. De forma paralela, se organizarán una serie de manifestaciones locales, demostraciones científicas y debates con el fin de lograr la participación de los ciudadanos. Una vez concluido el proyecto, a finales de febrero de 2007, los módulos de exhibición se mostrarán en otros lugares como Bélgica, Estonia, Francia, Alemania, Portugal, España y Suecia. Como se constató en el foro de ciencia y sociedad celebrado por la Comisión Europea el pasado abril en Bruselas, cada vez hay un mayor énfasis en el dialogo bidireccional en el ámbito de la comunicación de la ciencia. El doctor Amodio planteó esta cuestión y explicó que "debatiremos también cómo obtener datos de los ciudadanos, si bien hay dos métodos principales probables: la combinación de interacciones con herramientas multimedia y la experiencia directa que aportan los museos, y hacer que el público participe en las exposiciones y demostraciones científicas". A esto podría añadirse el uso de las páginas web y un juego de cartas experimental. El proyecto recogerá y analizará los comentarios de los participantes en el seminario, las exhibiciones y a través de la página web. Los comentarios se utilizarán para formular una serie de recomendaciones a la Comisión Europea sobre la agenda para la "gobernanza" del espacio europeo de investigación. Las recomendaciones se debatirán en una conferencia final europea que reunirá a importantes expertos, responsables políticos e interlocutores.