La sonda Deep Impact choca contra su objetivo
Después de 171 días de un viaje que iba a durar 172, la sonda "impactor" de la nave Deep Impact de la NASA ha chocado contra el cometa Tempel 1 el 4 de julio a las 7.52 horas como estaba previsto. Cuando se lanzó, la nave Deep Impact se encontraba a alrededor de unos 880.000 kilómetros de su objetivo. Se trata de una misión histórica, la primera vez en que una creación humana impacta deliberadamente contra un cometa. Los científicos esperan que con esta colisión y lo que se desprenda de ella se desvele la actividad interior de los cometas y les ayude a comprender mejor los orígenes de la Tierra. La nave Deep Impact está compuesta por dos sondas acopladas: "flyby" e "impactor". Flyby tiene el tamaño aproximado de un coche pequeño y supervisó el impacto contra el cometa. Lleva dos cámaras, una de alta resolución, enfocada justo hacia el cráter, y una cámara de resolución media, que se encargó de las tomas más amplias. El impactor es una sonda del tamaño de una lavadora de 372 kg. reforzada de cobre y que ha sido diseñada para que produzca el máximo impacto al chocar contra el cometa. También lleva una cámara de resolución media que registró los momentos finales de la sonda antes de llegar a la colisión. Los controladores de la misión Deep Impact han confirmado que la antena para la banda S de la sonda impactor está en comunicación con la sonda flyby. Todos los datos aportados por impactor, incluidas las sorprendentes imágenes que se esperaban al adentrarse finalmente en el núcleo del cometa serán transmitidas a la sonda flyby, que luego las enlazará a las antenas de la red Deep Space que están escuchando a 134 millones de kilómetros de distancia. Aunque todo se está desarrollando conforme estaba previsto en la nave Deep Impact, el cometa también se ha convertido en un espectáculo. En el cometa Tempel 1, de 14 kilómetros de largo, se produjo otra explosión cometaria el 2 de julio, cuando una explosión masiva de hielo y otras partículas de corta vida escaparon del interior del núcleo del cometa, expandiendo temporalmente el tamaño y la reflexión de la nube de polvo y de gas (coma) que lo circunda. La explosión del 2 de julio es la cuarta que se observa en las últimas tres semanas. Tres de las explosiones parecen haber sido originadas desde la misma zona en la superficie del núcleo, aunque no se producen siempre que esta parte se encuentra frente al Sol. "El cometa está definitivamente lleno de sorpresas hasta el momento y probablemente tenga algo más guardado para nosotros", declara Rick Grammier, director del proyecto Deep Impact del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en Pasadena (California). "Ninguna de estas explosiones nos preocupa demasiado ni nos ha obligado a modificar nuestros planes previstos para la misión".
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Estados Unidos