Un informe de progreso elogia el "buen comienzo" del marco de diez años de inversión en ciencia planificado por el Reino Unido
El Gobierno británico ha publicado el primer informe de progreso anual sobre la aplicación del marco de inversión en ciencia e innovación vigente por diez años en el que destaca el sólido comienzo, aunque reconoce que quedan todavía importantes desafíos. El Gobierno británico anunció en julio de 2004 su visión a diez años vista para la ciencia y la innovación y elaboró un conjunto de indicadores para controlar su desarrollo. Las perspectivas recogen la pretensión de que la inversión tanto pública como privada en investigación y desarrollo (I+D) alcance el 2,5 por ciento del PIB para 2014, desde su actual nivel situado en el 1,9 por ciento. Los autores del primer informe anual reconocen que es demasiado pronto para evaluar el impacto de muchas de las políticas a largo plazo establecidas en el marco pero afirman que hay muchos signos positivos que avalan este avance. Dentro del apartado "investigación de excelencia", el informe destaca que "el Reino Unido ha logrado mantener su segundo puesto en el ranking mundial de la excelencia en investigación a pesar de la intensa competitividad mundial". Una de las medidas introducidas en el Reino Unido para incentivar la excelencia en la investigación es la creación de un nuevo marco de gestión del rendimiento para los consejos de investigación que previsiblemente mejorará la gestión estratégica de los fondos públicos destinados a la investigación. También se han adoptado medidas para mejorar el uso y gestión por parte del Gobierno de la ciencia y la tecnología, a través de garantizar, por ejemplo, que sea la investigación más sobresaliente la que tenga cabida en la elaboración de políticas. En cuanto a la "receptividad a la economía de la base científica británica", el siguiente concepto analizado, el informe presenta un panorama desigual. Los ingresos obtenidos por la universidad a través de la creación de empresas innovadoras y licencias han remitido, en contraste con años anteriores pero las solicitudes de patentes y los ingresos procedentes de contratos de investigación han aumentado. Mirando hacia el futuro, el Gobierno cree que un proceso de asignación más previsible para la financiación de la innovación en el ámbito de la enseñanza superior aumentará la transferencia de conocimientos y la comercialización de la investigación procedente de universidades británicas. De todos los desafíos que debe afrontar este marco de inversión de diez años, un "reto importante" para el Gobierno es conseguir que la industria aumente la inversión en I+D. "En 2003 (el año más reciente del que hay cifras disponibles), la inversión de las empresas británicas en I+D aumentó un 2 por ciento en términos reales, aunque para lograr esta pretensión a largo plazo del Gobierno se debería producir un crecimiento más rápido que la tendencia que presenta el crecimiento del PIB". Para ello, el Reino Unido introducirá créditos fiscales adicionales destinados a I+D y los diferentes ministerios se han comprometido a gastar un 2,5 por ciento de los respectivos presupuestos de aprovisionamiento de investigación en pequeñas y medianas empresas. Los otros dos ámbitos que analiza el informe, la provisión de capacidades técnicas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, y la actitud de los ciudadanos hacia la ciencia, se consideran temas clave para conseguir el resto de los objetivos propuestos en el marco. En cuanto al primero, el panorama es también incierto: las estadísticas apuntan a que aumenta el interés por estas materias en la educación superior y se ha incrementado el índice de contratación de docentes, si bien el número de estudiantes (entre 16 y 18 años) que cursan un bachillerato de ciencias continúa en descenso. Sin embargo, la opinión que tienen los ciudadanos sobre la ciencia ha mejorado, como confirma una reciente encuesta de MORI en la que el 80 por ciento de los adultos británicos afirma estar de acuerdo en que la ciencia realiza una contribución positiva a la sociedad. El Gobierno promete "seguir trabajando para generar un debate público fundado sobre cuestiones polémicas como la investigación con células madre y la nanotecnología". El informe concluye con las prioridades para el próximo año que contribuirán a la futura política y que se dirigen a la aplicación integral por parte de los consejos de investigación del nuevo sistema de gestión del rendimiento, a avanzar para cubrir todos los costes económicos de la investigación y llegar a entender mejor el mecanismo de la oferta y la demanda de capacidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Peter Cotgreave, director de la campaña a favor de la ciencia y la ingeniería en el Reino Unido (CaSE), se muestra cauteloso ante los resultados del informe "preocupan ciertos rumores de 'instancias superiores del Ministerio de Economía' y algunas preguntas parlamentarias sólo han obtenido respuestas ambiguas que inducen a pensar que el Gobierno pueda estar planeando reducir sus previsiones para la ciencia aunque tras el anuncio de hoy se desprende que el ministro de Economía británico, Gordon Brown, ha decidido después de todo proteger la ciencia en los niveles previstos".
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