Investigadores de Max Planck desvelan los mecanismos de una nueva vacuna más eficaz contra la tuberculosis
Un equipo del instituto Max Planck para la biología de la infección en Berlín (Alemania) ha diseñado una nueva vacuna para la tuberculosis de gran eficacia. Con 2,5 millones de muertes y la aparición de nueve millones de casos nuevos cada año, la tuberculosis, junto con el VIH/SIDA es la responsable del mayor número de víctimas por enfermedades infecciosas en todo el mundo. Se calcula que un tercio de la población mundial está infectada con la bacteria de la tuberculosis. En un principio, los patógenos están en letargo, y la enfermedad brota luego en un diez por ciento de los infectados, quienes desarrollan una tuberculosis abierta y contagiosa. Existe una vacuna contra la tuberculosis, la BCG, aunque no protege contra la variante más frecuente de la enfermedad: la tuberculosis pulmonar en adultos. Preocupa principalmente el hecho de que un número creciente de patógenos estén haciéndose resistentes a las medicaciones convencionales. Las cifras de la Organización Mundial de la Salud apuntan a que unos 50 millones de personas en todo el mundo están infectadas con estas cepas multirresistentes. Es necesaria por lo tanto más que nunca una vacuna eficaz contra la tuberculosis. En marzo de 2004, para conmemorar el Día mundial de la tuberculosis, se presentó una iniciativa de investigación alemana financiada a nivel estatal para desarrollar precisamente una vacuna de este tipo. Científicos del instituto Max Planck para la biología de la infección (MPIIB) en Berlín, bajo la dirección del doctor Stefan H. E. Kaufmann, han desarrollado esta vacuna que tiene muchas posibilidades de ser eficaz. Consiste en una bacteria atenuada que está estrechamente relacionada con el patógeno de la tuberculosis, el Mycobacterium tuberculosis. A lo largo de muchas décadas se ha demostrado la seguridad de la BCG pero, desafortunadamente, le falta efectividad. Los niños sólo están protegidos ante ciertas variantes de tuberculosis, y no existe protección alguna contra la neumotuberculosis, la que es con mucha diferencia la forma más común de la enfermedad. Es sabido que la protección que ofrece la actual vacuna BCG está limitada debido a que la bacteria BCG se oculta en las células del organismo, dentro de los llamados fagosomas. Por lo tanto, el grupo del doctor Kaufmann decidió insertar un gen codificado para la listeriolisina, una proteína que causa la perforación de los fagosomas, y que permite que las células BCG disponibles en el sistema inmune creen una protección inmune. La creación de la BCG recombinante, que expresa la listeriolisina, ha demostrado que provoca una protección mucho más eficaz contra la tuberculosis que la vacuna BCG que se utiliza actualmente. La nueva induce a la muerte de las células huésped infectadas, lo que estimula la protección por parte de las células dendríticas, las células presentadoras de antígenos más eficaces. Los resultados de los estudios preclínicos demuestran que se ha logrado una protección más potente contra la tuberculosis pulmonar. Es importante destacar que la nueva vacuna protege también contra aislados clínicos de la familia Beijing. Estos suelen ser frecuentemente resistentes a multifármacos y más agresivos, y por lo tanto han empezado a conquistar el mundo. Se da por hecho que los aislados de la familia Beijing surgieron en respuesta a los tratamientos con fármacos y la vacunación. La nueva BCG de ingeniería genética podría ofrecer una medida eficaz contra esta amenaza. La vacuna ha sido otorgada a Vakzine Projekt Management que la experimentará en pruebas clínicas a comienzos de 2006.
Países
Alemania