Un grupo de proyectos de la UE ilustra las mejores prácticas en la investigación sobre redes de producción en cooperación
Hoy en día, muchas industrias mundiales se caracterizan por un significativo exceso de capacidad y, en un medio donde la oferta es mayor que la demanda, los consumidores exigen mejores servicios y productos diseñados para sus necesidades. El reto al que se enfrentan las empresas radica en proporcionar productos adecuados de calidad apropiada en el lugar y momento oportunos pero, como el ciclo de vida de los productos se acorta más que nunca y la tecnología evoluciona más rápido que antes, las cadenas de suministro eficaces y que sean receptivas son fundamentales para mantener la competitividad. Las nuevas cadenas de suministro se caracterizan de forma creciente por ser redes de empresas en cooperación vinculadas a tecnologías novedosas. La UE financia una serie de proyectos de investigación en el campo de las tecnologías de la información y las comunicaciones para la creación de redes entre empresas. Un grupo de estos proyectos, conocido como AITPL (tecnologías de inteligencia ambiente para el ciclo de vida de los productos) y financiado a través de la prioridad IST del VI Programa marco (VIPM), ha elaborado un informe en el que se documentan los resultados del primer año de trabajo. Su objetivo es identificar estrategias de éxito para los futuros proyectos de investigación en el campo de las redes de producción en cooperación, centrándose concretamente en el sector automovilístico. Según se lee en el informe "el grupo cree que la fortaleza de la economía europea tiende a basarse cada vez más en las relaciones entre empresas que juntas forman redes ágiles capaces de reaccionar a las demandas del mercado en el periodo de tiempo más breve". La competitividad sólo puede mantenerse si las redes son capaces de establecer y dar continuidad a las interacciones eficaces que abarca el ciclo de vida completo del producto. Como ejemplo, el informe cita a Zara, la empresa de ropa española que se define por tener una cadena de suministro "triple A" capaz de adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado, la tecnología en evolución y las nuevas exigencias. Tras el 11 de septiembre, la empresa, por ejemplo, fue capaz de coordinar a sus diseñadores, socios de la cadena de suministro y fabricantes para que lanzaran una nueva línea de ropa negra en dos semanas, que resultó generar un gran cambio en las ventas a su favor. Aunque estas cadenas de suministros integradas a la perfección son todavía la excepción más que la regla, están empezando a surgir dentro del sector automovilístico redes en colaboración, según revela el informe. Por ejemplo, el supuesto de un "coche en cinco días" exige un plazo de fabricación de sólo un día, dejando otro para recibir los pedidos y coordinar a los proveedores y tres días hasta que se entrega el vehículo acabado al cliente. Para documentar las mejores prácticas actuales en este campo de investigación, el análisis se centra en cuestiones fundamentalmente no técnicas, a saber: la integración de la cadena de suministro, las redes de pequeñas y medianas empresas, la interoperabilidad y las herramientas para mejorar la competitividad. Esto ha llevado a los autores a la elaboración de una serie de conclusiones sobre los factores de éxito de los proyectos de investigación en el ámbito de las redes de producción en cooperación. Primero, para que los proyectos orientados a sectores tengan impacto deben incluir en la cadena de producción una masa crítica de socios y también de actores más pequeños. En cuanto a los proyectos sobre herramientas de TIC que sustentan estos procesos es importante además entender que las cuestiones técnicas están relacionadas con un abanico de temas organizativos, sobre procesos, sociales, económicos y culturales, por lo tanto, las iniciativas deben ser de naturaleza interdisciplinaria, reuniéndose investigadores de diferentes áreas en torno a un conjunto central de ideas. Las PYME destacan de forma prominente en el informe, que concluye que los actores menores deben figurar en los procesos de estandarización que necesariamente acompañarán a la expansión de las redes de producción en cooperación. Se conseguirá a través de la participación de organizaciones paraguas de PYME, o mediante la adaptación de proyectos que faciliten la participación de empresas individuales, por ejemplo, maximizando el uso de las comunicaciones electrónicas para reducir las necesidades de realizar desplazamientos. Por último, el informe sugiere que "varios proyectos producirán resultados interesantes que quizá la Comisión esté interesada en favorecer con iniciativas de asimilación o difusión tecnológica, con la validación del mercado y el despliegue inicial". Mediante la integración de estas recomendaciones en futuras iniciativas de investigación el grupo de proyectos AITPL (ILIPT, SPIDER-WIN, ATHENA, Co-DESNet, NO-REST, V-CES y VERITAS) cree que la investigación en el ámbito de la producción en redes de cooperación ayudará a situar a la industria europea de fabricación en una posición competitiva y líder.