El OIC propone un plan de diez años para la ciencia en los países islámicos
La Organización de la Conferencia Islámica (OIC) ha aprobado un plan de diez años para reducir la brecha en materia de ciencia y tecnología existente entre los países desarrollados y el mundo islámico, al mejorar los esfuerzos en investigación y desarrollo. El documento insta a los Estados miembros de OIC a que preparen estrategias nacionales de ciencia y tecnología, estableciendo centros de excelencia, promoviendo enlaces entre la ciencia y la industria, y la creación de un fondo de investigación y desarrollo de la OIC para apoyar los proyectos científicos y tecnológicos en los países miembros. El plan, parte de un marco de acción más amplio de diez años para el mundo islámico, establece varios objetivos específicos para lograr su objetivo general, por ejemplo proponiendo que para 2015, los países musulmanes deban gastar un 1,2 por ciento de su PIB en I+D, y que para la misma fecha, el 30 por ciento de los estudiantes entre 18 y 24 años tengan la oportunidad de ir a la universidad. Para contribuir a lograr estos objetivos, se anima a los países productores de petróleo a que inviertan parte de sus ingresos extras procedentes del aumento de precios del petróleo en actividades nacionales de I+D. Para los países menos desarrollados, sin embargo, el plan admite, como objetivo realista, una inversión del 0,4 por ciento del PIB en I+D para 2015. Para la reforma de la enseñanza superior, el plan sugiere que se de prioridad a la ciencia y la tecnología en los programas de estudios académicos y que se realicen más esfuerzos para facilitar el intercambio de conocimientos entre las instituciones académicas de los Estados miembros. Insta también al Banco de Desarrollo Islámico a perfeccionar su programa de becas para estudiantes más sobresalientes y especialistas en temas de alta tecnología, y aporte formas de evitar una "fuga de cerebros" de musulmanes altamente cualificados a otras partes del mundo. Los últimos detalles del plan de diez años fueron acordados en la reunión de científicos y especialistas islámicos que se celebró en la Meca en septiembre. Aunque no sea vinculante, aporta una hoja de ruta para la cooperación entre los diferentes países con el fin de que planeen sus estrategias de desarrollo e inversión basadas en el conocimiento. En su intervención durante la cumbre islámica en la que se aprobó el plan, el general Pervez Musharraf, presidente de Pakistán, advirtió que la mayoría de los países islámicos "siguen estando muy lejos de ampliar sus fronteras de conocimiento, educación, ciencia y tecnología", una situación que debe cambiar si el mundo musulmán va a liberarse del "estancamiento de siglos". Wardiman Djojonegoro, anterior ministro de Educación de Indonesia y presidente de la Fundación Recursos Humanos de Ciencia y Tecnología, informó a SciDev.Net que "este plan de acción es un importante hito en la búsqueda de los países islámicos por aumentar y mejorar sus recursos humanos. En este mundo globalizado, sólo se puede competir con éxito si se tiene un dominio de la ciencia y la tecnología".