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El primer satélite de Galileo, en órbita

El sistema de navegación por satélite europeo despegó de la tierra el 28 de diciembre con el lanzamiento del satélite GIOVE-A, el primer demostrador de Galileo, que se produjo en Baikonur, Kazajstán, sobre el vehículo Soyuz-Fregat. El lanzamiento ha sido muy bien acogido por...

El sistema de navegación por satélite europeo despegó de la tierra el 28 de diciembre con el lanzamiento del satélite GIOVE-A, el primer demostrador de Galileo, que se produjo en Baikonur, Kazajstán, sobre el vehículo Soyuz-Fregat. El lanzamiento ha sido muy bien acogido por muchos, incluido el Comisario de Transportes de la UE, Jacques Barrot, quien declaró que la "radionavegación basada en Galileo será una herramienta de la vida diaria, ayudará a evitar los atascos de tráfico y realizará un seguimiento de los cargamentos peligrosos, por ejemplo. El lanzamiento de GIOVE [...] es la prueba de que Europa puede entregar proyectos ambiciosos para el beneficio de sus ciudadanos y empresas". Una vez en funcionamiento, la constelación de 30 satélites, diseñada específicamente para uso civil, ofrecerá servicios avanzados mundiales de posicionamiento y sincronización. El grupo completo se espera esté operativo para 2010. El satélite GIOVE-A, de 600 Kg., construido por Surrey Satellite Technology Ltd (SSTL) de Guildford, en Reino Unido, tiene tres objetivos: garantizar el uso de las frecuencias adjudicadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) para el sistema Galileo; demostrar las tecnologías críticas para la carga útil de navegación de los futuros satélites en funcionamiento de Galileo; y caracterizar el entorno de radiación de las órbitas planeadas para la constelación de Galileo. GIOVE A lleva a bordo dos relojes atómicos de rubidio pequeños de reserva, cada uno con una estabilidad de diez nanosegundos por día, así como dos generadores de señales. Una de estas unidades es capaz de generar una señal simple de Galileo, mientras que la otra genera señales más representativas. Las dos serán emitidas a través de una antena de array en fase de banda L, diseñada para abarcar toda la Tierra visible que hay bajo el satélite. Dos instrumentos controlarán también los tipos de radiación a los que se expone el satélite durante la misión de dos años. Un segundo satélite demostrador, GIOVE B, creado por el consorcio europeo de industrias Galileo, actualmente sometido a pruebas, será lanzado en primavera. Demostrará el Passive Hydrogen Maser (PHM) que, con una estabilidad optimizada a más de un nanosegundo por día, se convertirá en el reloj atómico más preciso que jamás haya estado en orbita. Se utilizarán dos PHM como relojes principales a bordo de los satélites en funcionamiento de Galileo, e incluirá dos relojes de rubidio para garantizar la seguridad. Galileo se considera el rival del sistema de posicionamiento global (GPS) de EEUU y del sistema global orbital de navegación por satélite ruso (Glonass). Aunque el uso del GPS es gratuito y accesible a todo el mundo desde cualquier área geográfica, su diseño está optimizado para EEUU. Además, el sistema puede tener diez metros aproximadamente de precisión, mientras que Galileo alcanza una precisión de un metro. El sistema de EEUU puede desconectarse a petición del presidente de EEUU. De hecho, en 2004, el presidente George Bush ordenó que fueran temporalmente deshabilitados durante la crisis nacional para evitar que los terroristas utilizaran la tecnología de navegación.