Proyecto para integrar las bibliotecas nacionales de los nuevos Estados miembros en la investigación europea
Un informe realizado por el proyecto comunitario Tel-Me-Mor ha denunciado que las bibliotecas nacionales de los nuevos 10 Estados miembros tienen dificultades o no pueden participar en las actividades de investigación europeas y que sólo 4 de cada 10 bibliotecas poseen cantidades significativas de contenido digitalizado. La Unión Europea da un gran valor a la conservación del patrimonio cultural y a la facilitación del acceso a estos recursos mediante la cada vez mayor digitalización y la utilización de las tecnologías de la información. Una forma eficaz de crear una "red europea de patrimonio" compartida es fomentar las instituciones de patrimonio cultural para colaborar en los programas de investigación europeos, como la actividad de "acceso y conservación de los recursos culturales y científicos" del programa de tecnologías de la sociedad de la información. Sin embargo, según una encuesta sobre las bibliotecas nacionales de los nuevos Estados miembros europeos, el informe Tel-Me-Mor cita algunas cuestiones intelectuales, financieras y organizativas que hacen difícil o imposible para muchas de ellas participar activamente en los programas de investigación y desarrollo (I+D). Otros obstáculos son la falta de experiencia en la gestión de los contenidos digitales, el tamaño de las colecciones digitales, la falta de aplicación de normas internacionales y la infraestructura tecnológica inadecuada. "Para poder desempeñar su papel en la iniciativa de un patrimonio europeo compartido, la encuesta concluye que las bibliotecas deberían tener un papel más importante en los programas nacionales de I+D; deberían digitalizar más recursos, desarrollarse nuevos modelos de financiación y poner en marcha más sistemas eficaces para la gestión de la investigación", declaran los socios de Tel-Me-Mor. Aunque hay que salvar muchos retos, el informe aclara que la situación difiere según el país. "Las capacidades de estas librerías no son las mismas. Las de la República Checa, Estonia, Hungría y Eslovenia han participado en más proyectos europeos de I+D y tienen mayor infraestructuras como instrumentos de digitalización, sistemas de almacenamiento masivo, herramientas de recogida de información en la web y portales de búsqueda documental", indica. El informe detalla el estado actual de las librerías nacionales en lo que respecta a la investigación y su potencial para participar en la investigación comunitaria y prosigue señalando conclusiones dirigidas a los responsables políticos europeos y nacionales, especialistas en biblioteconomía y participantes en las redes europeas de investigación en el ámbito patrimonial. Aunque las bibliotecas nacionales de los nuevos Estados miembros observan en la mayor parte de los casos las principales prioridades de la política y la investigación europeas en materia de patrimonio cultural, todavía quedan algunos problemas por resolver, especialmente a través de la elaboración de una masa crítica de los recursos digitales. Las librerías deberían "trabajar en la construcción de grandes referenciales sostenibles consagrados al [...] patrimonio cultural digitalizado y basarse en [...] normas internacionales", sostiene el informe. En muchos casos, añade, las bibliotecas nacionales no disponen de los mecanismos y procedimientos apropiados para evaluar y supervisar sus actividades de investigación y, por lo tanto, se debería crear un sistema interno de control de la calidad y de evaluación de los resultados de I+D basados en normas apropiadas. De la misma forma, los modelos de financiación actuales, que no reflejan ya las responsabilidades esperadas de las bibliotecas nacionales, deberán actualizarse porque una insuficiencia de fondos pondría en peligro la conservación y accesibilidad del patrimonio cultural para las generaciones futuras. Los problemas evidentes que subsisten en lo que respecta a la capacidad de las bibliotecas nacionales de los nuevos Estados miembros para competir y participar con respecto a las de los "antiguos" países comunitarios sólo podrán solucionarse mediante la cooperación, creación de redes y el intercambio de conocimiento. Por ello, los autores del informe solicitan a la Comisión Europea que fomente las iniciativas de I+D para que aumente la participación de los nuevos Estados miembros e insta a los gobiernos de estos países, muchos de ellos en vías de formular políticas sobre el patrimonio cultural nacional, que tengan en cuenta la necesidad de favorecer la integración europea. La Conferencia Europea de Bibliotecas Nacionales (CENL) acogió favorablemente el informe y sus conclusiones donde se comentó al respecto que la encuesta debería ampliarse a sus 45 bibliotecas miembros. Otro objetivo del proyecto Tel-Me-Mor es apoyar las 10 bibliotecas de los nuevos Estados miembros para que sean miembros de pleno derecho de la TEL (Librería Europea), iniciativa puesta en marcha por CENL. Además de las bibliotecas nacionales de los nuevos 10 Estados miembros, los otros socios del proyecto Tel-Me-Mor son las bibliotecas nacionales de Alemania, Países Bajos, Suiza, la Biblioteca británica, CENL y Eremo en Italia, especialista en la gestión de proyectos en el ámbito del patrimonio cultural.
Países
Suiza, Chipre, Chequia, Alemania, Estonia, Hungría, Italia, Lituania, Letonia, Malta, Países Bajos, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia, Reino Unido