El fomento de la innovación es una cuestión altamente prioritaria en el Libro Verde de la Comisión sobre la Energía
Según los planes establecidos en el Libro Verde de la Comisión del 8 de marzo las dos cuestiones altamente prioritarias de la nueva política energética europea serán el fomento de la innovación en las tecnologías energéticas y el refuerzo de la investigación europea. El documento, que tiene por objeto abrir un debate sobre si Europa necesita una estratega común de energía y sugiere posibles ámbitos de acción, indica que el desarrollo de nuevas tecnologías de la energía es un prerrequisito para garantizar la seguridad de suministro, sostenibilidad y competencia industrial. "La UE necesita un plan estratégico de tecnología energética con los recursos adecuados", indica el Libro Verde. "Este plan deberá acelerar el desarrollo de tecnologías energéticas prometedoras, pero también contribuir a crear las condiciones para que tales tecnologías accedan efectiva y eficazmente a los mercados comunitario y mundial. También deberá atenderse la investigación en ámbitos con elevado uso de energía, como la vivienda, el transporte, la agricultura, las industrias agrarias y los materiales." Un plan estratégico de este tipo debería aprovechar las plataformas tecnológicas europeas existentes y tener la opción de recurrir a iniciativas tecnológicas comunes para desarrollar mercados líderes de innovación energética. Este plan deberá "presentarse lo antes posible al Consejo Europeo y al Parlamento para su aprobación", señala el Libro Verde. En las propuestas, se ha hecho especial énfasis en las fuentes de energía renovables y en la eficiencia energética como forma de lucha contra el cambio climático y aumentar la competitividad europea y crear nuevos puestos de trabajo. El mercado europeo de energías renovables, destaca el documento, tiene actualmente un volumen de negocio de 15.000 millones de euros en la actualidad, equivalente a la mitad del mercado mundial, y emplea a unas 300.000 personas. "La investigación también puede [...] abrir oportunidades comerciales", añade. "Las tecnologías de alta eficiencia energética y baja emisión de carbono constituyen un mercado internacional que está cobrando importancia rápidamente y va a suponer miles de millones de euros en los próximos años. Europa debe velar por que sus industrias estén a la cabeza mundial en estas nuevas generaciones de tecnologías y procedimientos". La investigación ya ha ayudado a identificar nuevas fuentes de energía renovables y ha contribuido a la eficiencia energética, reconoce el Libro Verde, pero la magnitud del reto energético al que se enfrenta Europa exige que se redoblen los esfuerzos y que exista un compromiso a largo plazo. La Comisión considera que el VII Programa Marco y el Instituto Europeo de Tecnología podrían desempeñar un papel importante y que las plataformas tecnológicas europeas dirigidas por la industria sobre biocarburantes, hidrógeno, energía fotovoltaica y carbón limpio ayudarán a elaborar de común acuerdo unas agendas de investigación y estrategias de despliegue. Sin embargo, añade que: "La UE tiene que estudiar formas de financiar un enfoque más estratégico de la investigación energética, avanzando más hacia la integración y coordinación de los programas y presupuestos de investigación e innovación, tanto nacionales como comunitarios". Se deberá trabajar más a nivel europeo para evitar el solapamiento de los programas nacionales de investigación y tecnología y para hacer énfasis en las metas acordadas a nivel de la UE. En respuesta a estas propuestas, el presidente de la Fundación sobre tendencias económicas de Washington, Jeremy Rifkin, señaló que hay que felicitar a la Comisión por la publicación del Libro Verde, ya que es una estimable contribución al debate actual de la energía. El Sr. Rifkin fue asesor del ex presidente de la Comisión Romano Prodi y su memorándun estratégico contribuyó a la creación en enero de 2004 de la plataforma tecnológica en el ámbito del hidrógeno y las pilas de combustible. El Sr. Rifkin instó a la UE a liberarse de todos los combustibles fósiles emisores de carbono y de la energía nuclear hasta 2030 y reemplazarlas por energías renovables y una economía del hidrógeno. "Este Libro Verde adquiere un significado incluso más amplio cuando va unido a los grandes esfuerzos que se están realizando ya en la plataforma tecnológica europea en el ámbito del hidrógeno y las pilas de combustible para inaugurar la era del hidrógeno. La UE ya ha progresado en la consecución de un futuro del hidrógeno pero ahora necesita un compromiso político adecuado para comercializar las nuevas tecnologías", concluyó.