Lluvia de polvo cósmico
En el curso de los últimos 30.000 años, la Tierra ha sido objeto de una constante lluvia de partículas de polvo cósmico, según la nueva investigación publicada en el número más reciente de la revista Science. Cada año, caen sobre nuestro planeta grandes cantidades (alrededor de 40.000 toneladas) de materia extraterrestre, pero hasta ahora no estaba claro si los niveles de polvo cósmico que llegaban a la Tierra variaban con el tiempo o eran constantes. Para contestar a esta pregunta, los investigadores del Instituto Alfred Wegener, en Alemania, y la Universidad de Columbia, en EE UU, examinaron el polvo atrapado en núcleos de hielo antártico que datan de 30.000 años. Las partículas de polvo de origen extraterrestre fueron identificadas por sus altos niveles del raro isótopo Helio-3. "Durante su viaje a través del espacio, el viento solar carga el polvo cósmico con átomos del helio. En esta etapa adquieren una alta concentración del raro isótopo Helio-3", explicó el doctor Hubertus Fischer del Instituto Alfred Wegener. "Las partículas de polvo cósmico, de algunos micrómetros de tamaño, entran enteras en la atmósfera terrestre y llevan intacta su carga de helio hasta la superficie de la Tierra". Gracias a la elevada resolución temporal de los núcleos de hielo, los científicos pudieron determinar, con precisión, las modificaciones de los niveles de polvo a lo largo del tiempo. Sus resultados sugieren que, por lo menos durante el periodo estudiado, hubo poca variación en los niveles de polvo cósmico que llegaron a la Tierra. Sin embargo, si los niveles de polvo cósmico permanecieron constantes en el hielo a lo largo del tiempo, no puede decirse lo mismo del polvo terrestre. Éste tiene un nivel más alto del isótopo Helio-4, y las mediciones de Helio-4 en el hielo sugieren que el polvo terrestre que se deposita en la Antártida ahora es diferente del polvo terrestre que se depositó allí durante la última glaciación. "Es posible que ello se deba a que el polvo mineral procede de diversas fuentes y regiones, o a las modificaciones en las alteraciones atmosféricas, el proceso responsable de la producción del polvo", señaló la doctora Gisela Winckler, de la Universidad de Columbia. Ahora, los investigadores se han fijado como objetivo examinar las variaciones de los niveles de polvo cósmico en una época anterior; según el doctor Fischer, existen núcleos helados que datan de hace 300.000 años. Asimismo, desean estudiar más de cerca los orígenes del polvo terrestre que se deposita en la Antártida. Los datos para el estudio fueron recogidos en el marco del Proyecto europeo de núcleos helados en la Antártida (EPICA), financiado con cargo al V Programa Marco de la Unión Europea.