Razones para la brecha salarial entre científicos y científicas
De acuerdo con las investigaciones realizadas sobre las diferencias en materia de remuneración entre científicos y científicas en el Reino Unido en casi una cuarta parte de los casos dichas diferencias no pueden explicarse por factores tales como la edad o la antigüedad y estarían relacionadas con el problema de la discriminación de la mujer. La Dra. Sara Connolly de la Universidad de East Anglia realizó un análisis detallado de los datos recopilados por el proyecto ASSET (Athena Survey of Science Engineering and Technology - Encuesta Atenea sobre Ingeniería Científica y Tecnología), cuyo objetivo era concienciar a la opinión pública sobre los obstáculos con los que se encuentran las mujeres para progresar en puestos de trabajo de naturaleza científica en el Reino Unido. Tomaron parte en este sondeo más de 7.000 científicos y científicas de diversas universidades e institutos de investigación y del sector de la industria. La Dra. Connolly comprobó que las mujeres que trabajan en tareas científicas dentro del mundo académico reciben una remuneración inferior en 1.000 libras esterlinas (aproximadamente 1.500 euros) a la de sus compatriotas varones, aumentando esta diferencia hasta las 4.000 libras (casi 6.000 euros) en el caso de los catedráticos. El estudio analizó asimismo en qué medida las diferencias salariales podrían estar relacionadas con la menor edad o antigüedad en el puesto de las mujeres o con el hecho de que éstas trabajasen en diferentes sectores. Los resultados de este análisis mostraron que efectivamente un 77 por ciento de las diferencias en cuanto a retribución podrían deberse a los factores anteriormente señalados, si bien un 23 por ciento seguían sin explicación. Según el informe, "este porcentaje restante podría estar relacionado con diferencias en el trato, es decir con la discriminación". Otro dato interesante que se desprende del informe es a qué nivel de la escala profesional el denominado "techo de cristal" se hace más difícil de superar. En el ámbito de la educación superior esta barrera se manifiesta de manera más evidente en la transición hacia la cátedra, mientras que en los institutos de investigación ese punto corresponde a la transición entre un puesto posdoctoral y un puesto de trabajo científico. En la industria este punto se sitúa en los niveles medios. Además, las probabilidades de que las mujeres acaben trabajando en puestos interinos son mayores que en el caso de los hombres. La Dra. Connolly subraya asimismo la necesidad de que se investiguen más en detalle los factores que influyen en la retribución salarial y la promoción profesional así como cuáles son los entornos en los que más se apoya y se potencia a las mujeres científicas. Con este objetivo se pondrá próximamente en marcha una encuesta específicamente dedicada a las cuestiones consideradas clave por Atenea en cuanto a las diferencias entre la experiencia de hombres y mujeres en sus carreras científicas, médicas y de ingeniería.
Países
Reino Unido