El riesgo de autismo aumenta con la edad paterna
Un estudio común americano-anglo-israelí ha demostrado por primera vez que los progenitores de sexo masculino corren mayor riesgo de tener hijos autistas cuando son de edad avanzada. Un segundo estudio indica que los niños autistas pueden beneficiarse de la probiótica para el tratamiento de la enfermedad. El primer estudio examinó a 132.271 niños israelíes nacidos durante seis años consecutivos en los ochenta. Se descubrió que, mientras que la edad materna al nacer no tenía apenas influencia en la incidencia del Trastorno del Espectro Autista (ASD), la edad paterna sí la tenía. Los niños israelíes sirvieron de especial ayuda a este estudio porque, según el documento, "prácticamente todos los hombres y aproximadamente tres cuartas partes de las mujeres de este cohorte fueron sometidos a evaluación por la junta de reclutamiento a la edad de 17 años". Esto significa que había un diagnóstico clínico fiable de ASD. "Se pudo observar una asociación monotónica importante entre la edad avanzada paterna y el riesgo de ASD", señala el informe. El estudio dividió a los padres en tres grupos de edades comprendidas entre 15 y 29, 30 y 39, y 40 y 49. En el grupo de edades comprendidas entre 15 y 29 había seis niños con ASD por cada 10.000. El grupo de edades comprendidas entre 30 y 39 presentó una incidencia ligeramente mayor, de nueve niños con ASD por cada 10.000. Sin embargo, en el grupo de edades comprendidas entre 40 y 49, la incidencia de ASD aumentó radicalmente, con 32 niños con ASD por cada 10.000 lo que aumenta 5,75 veces la incidencia con respecto al grupo de edades comprendidas entre 15 y 29. El investigador Abraham Reichenberg, de la Escuela de Medicina Sinaí de Nueva York y el Instituto de Psiquiatría manifestaron a la Asociación de Prensa que "esta investigación añade a nuestro conocimiento que, cuando se trata de reproducir, también los hombres disponen de un reloj biológico". Un cuarto grupo, de padres mayores de 50, se presentó en una muestra muy pequeña, pero se consideró que tenía una incidencia aún mayor. "La magnitud de la muestra de los mayores de 50 años era escasa, de modo que la añadimos a los resultados correspondientes a los padres mayores de 40 años. No obstante, nuestra investigación sugiere que los padres de edad muy avanzada corren un riesgo aproximadamente nueve veces mayor. La investigación muestra un efecto lineal, cada 10 años el riesgo se duplica", declaró. En un segundo estudio preliminar, investigadores de la Universidad de Reading, en Reino Unido, analizaron la posibilidad de tratar el ASD con bacterias probióticas "beneficiosas". Los pacientes autistas sufren normalmente dolencias de estómago. El equipo examinó muestras de deposición de niños con y sin ASD de edades comprendidas entre los cuatro y los ocho años. Se descubrieron altos niveles de la bacteria Clostridium en las muestras de los niños que padecían el ASD. "Sea lo que sea lo que ocurre ahí, no está beneficiando nada a estos niños, y pienso que esto explica casi con total certeza sus problemas gástricos", comentó el profesor Glenn Gibson en el Festival de Ciencia de la Asociación Británica que se celebró Norwich, Reino Unido, y del que informó el periódico The Guardian. El estudio fue confuso porque los padres notaron mejorías en sus hijos cuando se les proporcionó la probiótica y no el placebo. "Algunos de los padres decidieron que su hijo fuera tratado con la probiótica y no querían cambiar al placebo porque estaban observando algunos resultados positivos", declaró. Esto hizo que los padres abandonaran el estudio. Estos dos resultados presentan un cuadro complicado del ASD. La última investigación se refirió también a una base genética de la enfermedad. Estos resultados en conjunto señalan una base variada y compleja de la enfermedad, que es tan debilitante como misteriosa.
Países
Israel, Reino Unido, Estados Unidos