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Según un informe, la competitividad del Tigre Celta disminuye

El Consejo de Competitividad Nacional de Irlanda ha publicado un informe que advierte que, a pesar del extraordinario rendimiento económico en los últimos años, hay signos de que la competitividad global del país se está deteriorando. En las áreas de investigación y desarrollo...

El Consejo de Competitividad Nacional de Irlanda ha publicado un informe que advierte que, a pesar del extraordinario rendimiento económico en los últimos años, hay signos de que la competitividad global del país se está deteriorando. En las áreas de investigación y desarrollo (I+D) y enseñanza superior - dos de los indicadores de progreso futuro del informe - aún hay mucho trabajo por hacer si Irlanda quiere satisfacer su ambición de llegar a ser una «economía del conocimiento» líder en el mundo. El Informe de Competitividad Anual es el primero de dos informes publicados por el Consejo, un organismo de colaboración social que informa al primer ministro irlandés sobre los temas de competitividad clave a los que se enfrenta la economía irlandesa. Utiliza 130 indicadores para medir el rendimiento de la competitividad irlandesa, que abarcan desde el crecimiento económico, la productividad, el comercio y el empleo, hasta la innovación, la educación y la investigación. El informe confirma que, desde 1995, la economía irlandesa ha crecido y continúa creciendo a un ritmo excepcional al lado de los estándares de otras economías avanzadas. Gracias a los altos niveles de inversión extranjera realizada por empresas multinacionales, así como al sistema tributario pro-empresa, la educación y las relaciones industriales, Irlanda pasó al nuevo milenio con el nombre de«Tigre Celta» por ser una de las economías más competitivas del mundo. En 2004, el PIB del país creció un 5,5%, la segunda tasa más alta entre los países que la OCDE, comparada con el promedio de crecimiento en la zona euro y la zona de la OCDE en 2004, de 1,8% y 3,4% respectivamente. Sin embargo, a pesar del fuerte rendimiento económico continuo, el informe indica que el país está perdiendo fuerza, entre otras cosas debido a una infraestructura de conocimiento inadecuada. En el área de I+D, uno de los motores de la competitividad, Irlanda gastó solamente 1,2% del PIB en 2003, y prevé alcanzar el 2,5% del Producto Nacional Producto (PNB) en 2013. Estas cifras ponen en duda si Irlanda será capaz de cumplir el objetivo fijado en Barcelona de gastar el 3% de su PIB en I+D para el año 2010. En la estrategia de ciencia, tecnología e innovación publicada recientemente por el Gobierno irlandés, se indica que gran parte de la inversión futura del país en I+D procederá del sector empresarial. A primera vista, esto parece posible dado que en 2003 el gasto empresarial en I+D creció un 19,4% y en 2004 la industria representaba el 64,7% del total del dinero empleado en investigación. La mayor parte de la inversión procedió de empresas multinacionales extranjeras que fueron atraídas hacia Irlanda por incentivos fiscales específicos para I+D. Sin embargo, el informe indica que esta gran ola de inversión empresarial en I+D, como proporción de resultados, no ha durado, y ahora permanece estática. Esto es debido quizás a la reciente disminución de la inversión por parte de las multinacionales, que prefieren invertir en las economías emergentes de Asia. Con una nota más positiva, el informe destaca el sector de enseñanza superior de Irlanda, que ha aumentado de manera significativa su inversión en I+D de 322 millones de euros en 2002 a 492 millones de euros en 2004, lo que supone un incremento del 53%. Dicho crecimiento se atribuye a la financiación gubernamental directa de planes como la Fundación Nacional de la Ciencia de Irlanda (SFI) y el Programa para la Investigación en los centros de tercer nivel de la Autoridad de la Enseñanza Superior (HEA). Sin embargo, sugiere que es necesario establecer más vínculos entre la industria y el mundo académico para garantizar la transferencia de conocimientos y la innovación, así como un aumento de la inversión en I+D por parte de la industria. En lo que se refiere a la educación formal, otro motor esencial para la creación de una economía del conocimiento, el informe indica que los sectores de enseñanza preescolar y de doctorado siguen siendo pequeños comparados con otros países europeos, pero espera que esto pueda mejorar con el tiempo gracias al actual empuje inversor del país en estas áreas.

Países

Irlanda