Las recomendaciones nutricionales nacionales «confunden a los consumidores»
Según un estudio de alcance paneuropeo, las recomendaciones nacionales relativas al ácido fólico y otros nutrientes varían ampliamente en los diferentes países de Europa, causando confusión a los consumidores y a los profesionales de la salud. El estudio fue realizado por la red de excelencia EURRECA, de reciente lanzamiento. En los años próximos, este proyecto comunitario trabajará con científicos, políticos y otras partes interesadas con el fin de producir guías alimentarias relativas a las sustancias nutritivas que se basen en la investigación científica más reciente y que puedan trasladarse rápidamente a las políticas nacionales. El término «micronutrientes» se refiere a las vitaminas, los minerales y los oligoelementos que nuestro cuerpo necesita en pequeñísimas cantidades para funcionar adecuadamente. En la actualidad, los diversos países no establecen sus propias recomendaciones en relación con la cantidad de esos micronutrientes que necesitamos al mismo tiempo. Esto significa que no siempre reflejan la información científica más reciente. Además, algunos países proporcionan guías alimentarias para todos los adultos, mientras otros facilitan guías diferentes para hombres y para mujeres. También varían las edades fijadas para diferenciar los grupos de bebés y de niños. «No es de extrañar que los consumidores europeos estén confundidos», comentó la profesora Lisette de Groot de la Universidad de Wageningen, una de las autoras del estudio. El ácido fólico es un buen ejemplo de los tipos de variación que se encuentran en las recomendaciones nacionales, y es donde están las discrepancias mayores entre los consejos científicos más recientes y las directrices nacionales. «Los científicos están totalmente de acuerdo en que una mujer en edad de procrear y que desee quedar embarazada debe consumir cuatrocientos microgramos extra de ácido fólico al día para prevenir defectos del tubo neural en su bebé», explicó la profesora Helene McNulty de la Universidad del Ulster. No obstante, muchas guías alimentarias nacionales no proporcionan esa información para la categoría específica de «mujeres que pretenden quedar embarazadas». Además de esto, las directrices para aquellas mujeres que ya están embarazadas varían ampliamente en toda Europa, y oscilan entre los 300mcg diarios en el Reino Unido y los 600mcg diarios en Alemania, Austria y Suiza. La ingesta diaria de 600mcg también es la recomendación de la OMS (Organización Mundial de la Salud). «De modo similar, la recomendación estándar de ácido fólico para adultos (tanto para hombres como para mujeres) aún no toma en consideración el nuevo y asombroso papel que juega esta vitamina en la reducción de la homocisteína, un factor importante de riesgo en las cardiopatías y especialmente en el derrame cerebral», añadió la profesora McNulty. El objetivo del proyecto EURRECA, cuyo título completo es «Aligning nutrient recommendations across Europe with special focus on vulnerable groups and consumer understanding» [Armonización de las recomendaciones nutricionales en toda Europa centrándose especialmente en los grupos vulnerables y la comprensión de los consumidores], es abordar este problema elaborando un marco de recomendaciones armonizadas sobre los micronutrientes. Se centrará particularmente en micronutrientes prioritarios como la vitamina D y el hierro, así como en las personas más vulnerables a las deficiencias de nutrientes, como las mujeres embarazadas y las que amamantan, los niños y las personas mayores. El proyecto reúne a 34 organizaciones de 17 países y está financiado por el Sexto Programa Marco de la UE, dentro de la prioridad temática «Calidad y seguridad de los alimentos». «Esta es una tarea muy grande y la red EURRECA no subestima los retos que se le presentan», afirmó el Dr. Loek Pijls del Instituto Internacional de Ciencias de la Vida. «A través del diálogo y la cooperación entre nutricionistas, autoridades que dictan los estándares de la alimentación y organizaciones profesionales nacionales, proporcionaremos un marco que presentará lo mejor de la ciencia y permitirá que las agencias lo conviertan en recomendaciones. Los consumidores de toda Europa tienen derecho al acceso a la mejor información nutricional disponible, de manera que puedan tener más información a la hora de elegir lo que comen, vivan donde vivan y sea cual sea el período de la vida en el que se encuentren.»