La ESA sigue al huracán Dean
Dos satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA) han estado siguiendo la trayectoria del huracán Dean a su paso por el Caribe y México y ofreciendo información puntual a los servicios de emergencia y rescate. Los satélites, el Envisat y el ERS-2, están haciendo uso de sus instrumentos de observación de la Tierra para recabar información sobre las fuerzas que alimentan la tormenta, como las condiciones del viento y el oleaje y la temperatura de la superficie marina. Dichos instrumentos ópticos y de radar permiten a los investigadores observar la presión y la estructura de las nubes en la atmósfera alta, en el espectro visible y en el infrarrojo. El instrumento óptico MERIS (Espectrómetro de Imagen de Resolución Media) muestra las espirales de nubes que se encuentran en la parte superior del huracán. Mientras, instrumentos de radar como el ASAR (Radar Avanzado de Apertura Sintética) atraviesan las nubes para mostrar cómo moldea el viento la superficie marina y permiten estimar el poder destructivo de la tormenta. Un instrumento especialmente útil a bordo del satélite ERS-2 es el radar dispersómetro, que se emplea para observar los vientos subyacentes al huracán. El funcionamiento del dispersómetro consiste en proyectar sobre el océano un trío de haces de radar de alta frecuencia y analizar después el patrón del eco del radar o retrodispersión que se refleja. Gracias a que utiliza la frecuencia de radar de banda C, puede obtener datos útiles sobre los vientos del mismo centro de las tormentas más violentas. «Los datos relativos a los vientos del huracán Dean obtenidos por el dispersómetro del ERS-2 de la ESA se suministran a los servicios de meteorología cada hora. Este dispersómetro de longitud de onda de radar de banda C es capaz de ver hasta en el mismo "ojo" de un huracán como el Dean y proporcionar información puntual y precisa sobre su posición y su fuerza», explicó Ad Stoffelen, del KNMI (Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos), que procesa imágenes del dispersómetro de la ESA. «Los campos de vientos obtenidos en las mediciones del dispersómetro del ERS-2 de la ESA son distribuidos a través de un proyecto de EUMETSAT (Organización Europea para la Explotación de Satélites Meteorológicos) a una base de datos de varios cientos de usuarios registrados, situados por todo el mundo, desde el continente americano a Australia, pasando por Europa y Asia. Los datos sobre vientos del dispersómetro son utilizados directamente en los centros de previsión meteorológica y también para elaborar modelos de predicción meteorológica numérica que ayudan a prever huracanes con cinco días de antelación», agregó el Sr. Stoffelen. Otro instrumento con el que cuenta el Envisat es el RA-2 (Radar Altímetro-2), que se vale de pulsos de radar para medir la altitud de la superficie marina con una exactitud de tan sólo unos pocos centímetros. La altimetría de radar casi en tiempo real es una herramienta muy útil para seguir la evolución de un huracán y predecir sus posibles efectos. Las temperaturas del agua son la principal fuente subyacente de energía de los huracanes; para formar y mantener un ciclón tropical, las temperaturas deben superar los 26 ºC y coincidir con ciertas condiciones atmosféricas. Puesto que el agua cálida se expande, los científicos pueden localizar temperaturas submarinas cálidas detectando abultamientos en la superficie oceánica, como detecta el RA-2. La ESA y la NOAA (Administración para los Océanos y la Atmósfera de EE. UU.) colaboran utilizando los resultados del RA-2 del Envisat y de otros altímetros espaciales a fin de trazar el TCHP (potencial de calor de ciclón tropical) y mejorar la exactitud de la previsión de huracanes. Según predijo la ESA, el huracán Dean azotó la península de Yucatán en México y Belice el 21 de agosto de 2007. A fecha de 22 de agosto, este huracán, que alcanzó la categoría cinco y cuyos vientos han alcanzado la velocidad de 260 km/h, se había cobrado 12 vidas.