La CEA suscribe la Carta Europea del Investigador
La Comisión de la Energía Atómica francesa (CEA) ha dado su respaldo a la Carta Europea del Investigador y al Código de Conducta para la Contratación de Investigadores, al acordar aplicar sus principios a la gestión de recursos humanos para investigadores y los puestos de trabajo científicos. Presentada por la Comisión Europea en marzo de 2005, la Carta y el Código de Conducta se consideran iniciativas clave de la política de la UE orientada a elevar el número de investigadores en Europa y a estimular el crecimiento económico y el empleo. Mientras la Carta aborda las funciones, responsabilidades y derechos de los investigadores y sus patronos, o la financiación de las organizaciones, el Código pretende mejorar la contracción, hacer más justos y transparentes los procedimientos de selección, e introducir diferentes medios de juzgar los méritos. «La investigación en Europa se beneficiará de la mejora de las condiciones laborales de los investigadores», informó el Sr. Potocnik. «Es fundamental que las organizaciones de investigación comiencen a ofrecerles las mejores oportunidades profesionales posibles», añadió. Mediante la firma de estas dos iniciativas, el Sr. Bugat afirma que «la CEA está segura de que la capacidad de los institutos de investigación de ofrecer unas condiciones laborales y unas oportunidades profesionales constituyen los elementos claves para asumir los dos retos de Europa en el ámbito de la competitividad científica y económica». Creada en 1945, la CEA es un organismo público de investigación francés con un carácter industrial y comercial. Su misión más activa se desarrolla en los siguientes tres campos: energía, defensa y seguridad global, e información y tecnologías relativas a la salud. En cada uno de estos ámbitos, la CEA defiende una cultura interdisciplinaria de ingenieros e investigadores, estableciendo sinergias entre la investigación fundamental y tecnológica. Desarrolla además actividades de investigación aplicada y fundamental en muchas áreas, incluido el diseño de nuevos reactores nucleares, la microelectrónica, las nanotecnologías, las biotecnologías (incluyendo la genómica) y las neurociencias. La CEA cuenta con un presupuesto de alrededor de 3.200 millones de euros (2006) y con 15.000 empleados, que desarrollan su labor en nueve centros de investigación ubicados por toda Francia. La CEA tiene dos objetivos: convertirse en la organización líder de investigación tecnológica en Europa y garantizar que la energía nuclear siga siendo efectiva en el futuro como elemento de disuasión. Según la CEA, la mayoría de las ideas contempladas en la Carta y el Código se aplican actualmente en el instituto de investigación, ya que hace mucho tiempo que emprendió su búsqueda de la transparencia y la imparcialidad en el proceso de contratación de investigadores. La CEA reconoce la necesidad de una mayor movilidad y es por ello que cuenta con contratos de trabajo específicos para la movilidad en Europa. Una de estas medidas son los denominados «contratos de uso» para investigadores. Estos contratos permiten a los investigadores franceses y extranjeros (preferiblemente europeos), trabajar en proyectos financiados por los programas marco de investigación de la UE, bajo condiciones contractuales compatibles con las normas definidas por la Comisión Europea y la legislación francesa.
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