Un proyecto del CCI logra mejorar la movilidad de los ciegos
Las personas ciegas y de vista escasa pueden ahora pasear con seguridad por un camino de la orilla del Lago Maggiore en el norte de Italia, gracias a una iniciativa del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea y la ciudad de Laveno Mombello. La ruta prototipo de 2 kilómetros de longitud, que va desde la estación de ferrocarril a la vieja fábrica de cerámica, pasando por la estación del ferry antes de bordear la orilla del lago, es resultado del proyecto SESAMONET («Secure and Safe Mobility Network»). La ruta cuenta con unos transpondedores (identificación por radiofrecuencia - RFID) que se han incorporado al suelo a unos 60 centímetros de distancia. El usuario que transita por el camino lleva consigo un bastón especial con una antena que es capaz de leer los transpondedores de RFID. El transpondedor envía una señal, a través de la antena, a un teléfono inteligente equipado con una base de datos que contiene información sobre su ubicación. De esta forma, el transeúnte recibe información sobre la ruta a través de los auriculares con tecnología bluetooth. Algunos transpondedores trasmiten mensajes que describen el medio que rodea al usuario, mientras que otros simplemente emiten una señal acústica que les informa si van por el camino adecuado. Como las etiquetas RFID no necesitan ningún suministro eléctrico, se pueden instalar en muchos sitios del interior y el exterior, como parques, zonas peatonales, centro de ciudades y edificios. Otra de las ventajas del sistema es que se puede programar para que realicen un seguimiento diario de los cambios como los obstáculos ocasionados por las obras viales. Según el CCI, el sistema es fácil de utilizar y mantener. Además, las etiquetas RFID son baratas ya que se pueden reciclar del marcado electrónico del ganado, ámbito en el que se utilizan para garantizar la seguridad de la cadena alimentaria. El coste total de la ruta depende del tamaño y la complejidad del entorno a «marcar» y del desarrollo y mantenimiento de la base de datos. El proyecto todavía se encuentra en ciernes, pero la ruta enlazará finalmente con tiendas e instalaciones públicas, por lo que ayudará a los discapacitados visuales a beneficiarse de todos los servicios que ofrecen las instalaciones de los alrededores. Según la Organización Mundial de la Salud, más de 160 millones de personas en todo el mundo sufren alguna discapacidad visual y 37 millones son ciegos. Como la mayoría de estas personas supera los 50 años, el problema cobra especial importancia en algunas regiones del mundo, por ejemplo en Europa que tiene una población envejecida.
Países
Italia