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Se ha comprobado que el trastorno genético de la sangre es resistente a la malaria

Investigadores cuya labor está financiada con fondos comunitarios han descubierto la razón por la que las personas que sufren alfa talasemia por trastorno genético de la sangre son resistentes a la anemia por malaria. Las personas que sufren este trastorno pueden soportar la p...

Investigadores cuya labor está financiada con fondos comunitarios han descubierto la razón por la que las personas que sufren alfa talasemia por trastorno genético de la sangre son resistentes a la anemia por malaria. Las personas que sufren este trastorno pueden soportar la pérdida de un gran número de glóbulos rojos como consecuencia de la malaria, porque sus cuerpos producen mayor cantidad de glóbulos rojos de tamaño inferior. La alfa talasemia se produce por la mutación de dos o más de los cuatro genes responsables de la producción de hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno por la sangre. Como consecuencia de esto, las personas que sufren este trastorno desarrollan una ligera anemia. Un estudio realizado a mediados de la década de los años noventa en niños que vivían en Papúa Nueva Guinea, donde más de dos terceras partes de la población sufren de alfa talasemia, descubrió que esta enfermedad les protege de sufrir una malaria grave. Los científicos pensaron al principio que, si bien la enfermedad no detenía la malaria, lograba interferir en la capacidad del parásito responsable para introducirse en los glóbulos rojos, multiplicarse y expandirse. Esto impedía que los niños que tenían la malaria desarrollaran la anemia consiguiente. En este estudio reciente, los investigadores decidieron volver a analizar los datos de los ochocientos niños que habían participado en el estudio de Papúa Nueva Guinea. Analizaron el recuento de glóbulos rojos en cada niño con malaria y lo compararon con los perfiles genéticos de los niños. Descubrieron entonces que los niños con alfa talasemia tenían glóbulos rojos más pequeños, con menor contenido en hemoglobina, que las personas sanas. Sin embargo, estos niños también tenían muchos más de estos glóbulos rojos (entre el 10% y el 20% más de lo normal). Esto significaba que los niños que padecían el trastorno sanguíneo podían permitirse perder más glóbulos rojos por la malaria porque disponían de más glóbulos rojos al inicio. «Los niños con alfa talasemia se han adaptado a la pérdida de glóbulos rojos asociada a la enfermedad de la malaria, fabricando más de estas células que contienen menos hemoglobina», señala la profesora Karen Day, de la Universidad de Nueva York (NYU), que llevó a cabo el estudio. «Estos niños mejoran porque terminan con más hemoglobina en general que los demás niños cuando sufren un ataque de malaria. Realmente es espectacular y a la vez muy sencillo.» Aunque el estudio hace referencia únicamente a un tipo de parásito de la malaria, los investigadores suponen que el perfil sanguíneo asociado a la alfa talasemia quizá pueda impedir también otros tipos de malaria que provocan anemia. Los resultados del estudio fueron publicados en la última edición de la revista PLoS Medicine, de libre acceso.

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