En 2007 se liberaron diez mil millones de toneladas de carbono en la atmósfera
El Global Carbon Project («Proyecto Carbono Global») ha publicado un nuevo «Presupuesto de Carbono Global». El informe actualizado muestra que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes de la quema de combustibles fósiles y del cambio en el uso del suelo ascendieron a diez mil millones de toneladas en 2007, que la velocidad del aumento del CO2 atmosférico desde el año 2000 se ha multiplicado por cuatro con respecto a la década anterior y que la eficiencia de los sumideros de carbono naturales ha disminuido. El nuevo informe concluye lo siguiente: «Todos estos cambios apuntan a un ciclo del carbono que provoca mayor presión en el clima mucho antes de lo esperado.» La quema de combustibles fósiles, la deforestación y la fabricación de cemento, lo que incluye la descomposición de roca caliza, se muestran como los grandes causantes de la emisión de CO2: sólo las emisiones procedentes de la quema de combustibles fósiles y la producción de cemento han aumentado de 6.100 millones de toneladas de carbono en 1992 hasta 8.500 toneladas en 2007. Las emisiones de CO2 han crecido de forma drástica a pesar de los esfuerzos internacionales, como la ratificación del Protocolo de Kyoto por parte de 181 países (con la notable excepción de los Estados Unidos), que pretenden frenar el crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero. El nuevo «Presupuesto de Carbono Global» informa de las emisiones de carbono antropogénicas así como de la absorción de carbono por parte de los recursos naturales. El informe revela que los niveles atmosféricos de CO2 aumentaron de media más de dos partes por millón (ppm) al año entre 2000 y 2007. Durante las dos décadas anteriores habían aumentado en 1,5 ppm al año. El resultado final es una concentración atmosférica de 383 ppm en 2007, que supera en un 37% la de 1750 y supone la mayor concentración en los últimos 650.000 años. El cambio en el uso del suelo, provocado en su mayoría por la deforestación en países tropicales, fue responsable de una emisión neta de 1.500 millones de toneladas de carbono a la atmósfera. La quema de combustibles fósiles y la producción de cemento supusieron 8.500 millones de toneladas de emisiones de carbono en 2007, lo que representa un 38% más que en 1990. Entre 2000 y 2007 las emisiones aumentaron un 3,5% al año lo que, de acuerdo con el informe, «superó las más elevadas previsiones que se habían calculado para la década 2000-2010 en el informe especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático: escenarios de emisiones (IPCC-SRES)». Desde 2000 hasta 2007 los sumideros de CO2 naturales, como bosques y océanos, absorbieron una media de 4.800 millones de toneladas de CO2 al año producto de las actividades humanas, lo que supone una reducción del 3% sobre las décadas anteriores. A pesar de que el tamaño de estos sumideros naturales ha crecido en proporción al aumento del CO2 atmosférico, su eficiencia ha disminuido en un 5% en los últimos 50 años y está previsto que continúe en esta línea. Los sumideros naturales oceánicos de CO2 absorbieron el 25% de las emisiones de CO2, lo que supone una media de 2.300 millones de toneladas al año. El sumidero oceánico de CO2 tenía el mismo tamaño en 2007 que en 2006, pero su eficiencia se redujo, ya que absorbió 100 millones de toneladas menos de lo esperado. El informe lo achaca en parte a la presencia de «La Niña» en el Océano Pacífico. En lo que se refiere a la capacidad oceánica de absorber CO2 a largo plazo, el sumidero oceánico de CO2 muestra un crecimiento menor de lo esperado. Los sumideros naturales terrestres de CO2 eliminaron un 29% de las emisiones antropogénicas entre 2000 y 2007, lo que produce una media de 2.600 millones de toneladas al año. Curiosamente, el informe explica que estos ecosistemas absorbieron menos CO2 en 2007 que en 2006, pero que esto pone de manifiesto la gran variabilidad interanual del sumidero. Los análisis a largo plazo muestran que el sumidero terrestre de CO2 ha crecido en los últimos 50 años. Los países en vías de desarrollo, como China e India, fueron los que más aumentaron las emisiones, mientras que las emisiones de CO2 de los países desarrollados mantienen una velocidad de crecimiento pausada. China superó a los Estados Unidos en cuanto a emisiones de CO2 en 2006 (a pesar de que la «Administración Energética Nacional» de China ha mostrado mejoras desde 2005) y se prevé que India adelante a Rusia para convertirse en el tercer emisor en los próximos años. El nuevo presupuesto informa que «la intensidad de carbono de la economía global [...] se estancó durante el periodo 2003-2005. La causa principal de este fenómeno fue el rápido crecimiento de la economía y de las emisiones de carbono de China.» En 2007 más de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero tuvo su origen en los países en vías de desarrollo, en los que vive el 80% de la población mundial. El informe del Proyecto proporciona una perspectiva histórica y señala que las emisiones de estos países suman sólo el 20% de las emisiones acumulativas desde 1751, y que las contribuciones acumulativas de los países más pobres no llegan al 1%. La profesora Corinne Le Qéré, del British Antarctic Survey y la Universidad de East Anglia (Reino Unido), declaró en alusión a la dependencia que tiene la economía mundial de los combustibles fósiles que «si continúa esta tendencia y los sumideros naturales se debilitan, nos acercamos hacia las predicciones más elevadas realizadas sobre el cambio climático». El Global Carbon Project elabora cada año el «Presupuesto de Carbono Global». En él colaboran varios proyectos financiados con fondos comunitarios entre ellos el Sistema Integrado de Observación del Carbono, el proyecto integrado CarboEurope, el proyecto CARBOCEAN y CARBO-North, un proyecto que involucra a científicos de todo el norte de Europa, Rusia y Estados Unidos.