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¿Se puede limpiar el agua con vinagre?

Las causas y los efectos de la contaminación del agua están bien documentados. Se sabe, por ejemplo, que una filtración de residuos procedentes de una fábrica a las aguas subterráneas puede causar importantes daños y provocar graves problemas de salud a poblaciones enteras. Pe...

Las causas y los efectos de la contaminación del agua están bien documentados. Se sabe, por ejemplo, que una filtración de residuos procedentes de una fábrica a las aguas subterráneas puede causar importantes daños y provocar graves problemas de salud a poblaciones enteras. Pero ¿qué pasaría si hubiera una forma de solucionar los efectos de la contaminación de las aguas mediante el empleo de materias orgánicas simples? Un equipo de científicos de la Universidad de Leeds (Reino Unido) ha descubierto que el vinagre podría tener la propiedad de transformar los compuestos de cromo del agua contaminada en un producto inocuo. Hoy en día la mayoría de estados cuentan con leyes y han impuesto elevadas multas para prevenir que se filtre cualquier tipo de sustancia a las aguas subterráneas. Por desgracia esto no ha impedido que ciertas industrias como las fábricas de tejidos, las fundiciones y las curtidurías hayan dejado escapar residuos nocivos al subsuelo durante muchos años. Ahora sabemos que esta contaminación continuada de las aguas subterráneas sigue afectando a la salud y el bienestar de la población y tiene consecuencias ecológicas trágicas. El enfoque que se emplea en la actualidad en varios países para tratar la contaminación de las aguas subterráneas provocada por errores pasados y actuales, consiste en la eliminación de la sustancia contaminante, su tratamiento (si fuera posible) y su almacenado en otra localización. Se trata en cierto sentido de una «mudanza» del problema. El proceso es caro tanto en términos energéticos como de recursos y no garantiza que los humanos y el ecosistema en general dejen de estar expuestos a los residuos. De hecho, a corto plazo es posible que se dé un aumento de la exposición. El equipo de científicos de la Facultad de Ingeniería Civil y de la Facultad de la Tierra y el Medio Ambiente de dicha universidad ha propuesto dos ideas para solucionar esta situación: el cambio de la sustancia empleada así como el método utilizado para tratar los compuestos dañinos. Las pruebas y los descubrimientos realizados han mostrado que la adición de ácido acético (vinagre) al agua afectada (donde se ha producido la contaminación) hace posible el desarrollo de bacterias que alteran la composición de los compuestos de cromo hasta el punto de que dejan de ser nocivos para la salud. El Dr. Ian Burke, especialista en medio ambiente de la Universidad de Leeds, aclaró que los procesos industriales empleados originalmente provocaron la solubilidad de las sustancias químicas, lo que a su vez permitió que se filtraran con facilidad a las aguas subterráneas. «Nuestro método de tratamiento devuelve el cromato oxidado a un estado insoluble, por lo que se puede abandonar en el subsuelo sin que suponga riesgo alguno para el medio ambiente. Al no ser "biodisponible", no es peligroso para el ecosistema en el que se encuentra.» El enfoque empleado por el equipo se basa en la capacidad de los ecosistemas para recomponerse. A pesar de que los compuestos químicos derivados del cromato han sido tratados anteriormente in situ en condiciones de pH neutro, el interés del estudio de los científicos de Leeds se centra en las condiciones extremadamente alcalinas que se producen en lugares como el empleado para probar su proceso. Este paraje, situado junto a un río en el norte de Inglaterra, es problemático debido a que el agua subterránea que emerge de los residuos depositados hace más de cien años es alcalina. Este paisaje potencialmente tóxico ha permanecido prácticamente intacto desde que se formó en el siglo XIX. «En el Reino Unido se almacenaron contaminantes derivados del cromo de elevada alcalinidad en vertederos inadecuados hasta que se detuvo la producción en la década de los setenta, pero en algunos países sigue la producción de grandes cantidades de estos compuestos», afirmó el Dr. Doug Stewart de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Leeds. «Los subproductos tóxicos y solubles de estos vertidos pueden extenderse por las aguas subterráneas y llegar hasta los ríos cercanos, por lo que el riesgo no desaparecerá hasta que no se traten dichos residuos.» De acuerdo con la normativa de medio ambiente, antes de aplicar un método en el lugar contaminado, debe pasar por un proceso de comprobación. «A partir de los resultados que hemos cosechado hasta ahora, tengo la certeza de que seremos capaces de desarrollar un tratamiento viable para antiguas zonas industriales en las que los compuesto de cromato son un problema», indicó el Dr. Stewart. «El paso siguiente consiste en ampliar el conocimiento que poseemos sobre los grados de acidez en los que nuestro sistema puede funcionar. La sociedad, al adquirir más conciencia medioambiental, solicita nuevas normativas que corrijan los errores del pasado y que reduzcan la huella de carbono. Mediante el diseño de un método de limpieza que promocione el crecimiento de bacterias naturales abarcamos todos los objetivos medioambientales posibles.» Los descubrimientos de este estudio se han publicado en la revista sobre recuperación de ecosistemas Ecological Engineering.

Países

Reino Unido

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