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Los niños pequeños bilingües poseen más flexibilidad para el aprendizaje lingüístico

¿Es beneficioso para los niños pequeños aprender dos lenguas en lugar de una sola? Según un equipo de investigadores financiados por la UE, lo es. Su estudio, publicado en la revista Science, afirma que los niños pequeños expuestos a dos idiomas desarrollan estrategias de apre...

¿Es beneficioso para los niños pequeños aprender dos lenguas en lugar de una sola? Según un equipo de investigadores financiados por la UE, lo es. Su estudio, publicado en la revista Science, afirma que los niños pequeños expuestos a dos idiomas desarrollan estrategias de aprendizaje más flexibles cuando reciben estímulos lingüísticos. Este estudio es fruto del proyecto CALACEI («Propiedades universales y específicas de una competencia exclusivamente humana - Herramientas para estudiar la adquisición del lenguaje en la primera infancia: estudios del cerebro y la conducta»), financiado con 1,5 millones de euros por medio del área temática «Ciencias y tecnologías nuevas y emergentes» del Sexto Programa Marco (6PM), y también formó parte del proyecto DISCOS («Trastornos y coherencia en la expresión del ego») del 6PM, financiado con 3 millones de euros a través del área temática «Recursos humanos y movilidad». Además, uno de los investigadores era beneficiario de una beca Marie Curie del 6PM. Según los científicos responsables de este estudio, para facilitar que los niños aprendan su lengua materna es esencial que se den unas pautas temporales bien marcadas. Pese a que los niños pequeños criados en hogares bilingües aprenden aproximadamente el doble acerca del lenguaje que los niños monolingües, apenas hay diferencia en la velocidad a la que adquieren el lenguaje unos y otros. El estudio referido muestra que los niños bilingües y monolingües que articulan sus primeras palabras al cumplir un año son capaces de utilizar cincuenta palabras para cuando tienen un año y medio de edad. Los científicos, pertenecientes a la Escuela Internacional de Estudios Avanzados (SISSA, Italia), examinaron a un grupo de niños bilingües preverbales de doce meses de edad. Observaron que dichos niños presentaban mayor capacidad de adaptación para aprender estructuras del habla que los niños monolingües. «Cuando les dimos la ocasión de aprender simultáneamente dos patrones distintos, los niños bilingües aprendieron ambos, mientras que los monolingües sólo aprendieron uno», escriben los autores. «Por tanto, los bilingües pueden adquirir dos idiomas en el mismo tiempo que los monolingües aprenden uno porque pronto desarrollan más flexibilidad para aprender.» Los investigadores opinan que los niños pequeños bilingües son capaces de aprender dos idiomas a la misma velocidad que los monolingües aprenden uno porque poseen más experiencias de aprendizaje en un entorno donde reciben «estímulos mixtos». «Los niños bilingües reciben estímulos en más de un idioma y tienen que aprender un conjunto distinto de propiedades correspondientes a cada lengua, evitando las interferencias», se lee en el estudio. «Así pues, podrían desarrollar mecanismos específicos que les permiten extraer, de manera simultánea, los patrones de cada lengua antes siquiera de empezar a hablar.» La Dra. Ágnes Melinda Kovács (actualmente en la Academia de las Ciencias de Hungría) y el profesor Jacques Mehler presentaron a los niños palabras de tres sílabas cuya estructura era «lo-ba-lo» (patrón ABA) o «lo-lo-ba» (patrón AAB). Después de cada palabra aparecían juguetes bien en la parte izquierda o en la parte derecha de una pantalla. «La estructura del vocablo permitía predecir en qué lado aparecería el juguete», explican los autores. «Por ejemplo, si el vocablo se correspondía con la estructura ABA, el juguete aparecía en el lado derecho de la pantalla. En cambio, aparecía en la izquierda si su estructura era AAB.» Seguidamente, se presentaron a los niños palabras que nunca habían oído pero que se correspondían con una de las dos estructuras, sin mostrarles después ningún juguete. Los científicos anotaron dónde miraron los niños tras oír cada palabra nueva para determinar si habían captado el significado de las estructuras. «Si hubieran aprendido el significado de las estructuras, buscarían el juguete en el lado de la pantalla asociado a una estructura determinada», explican los investigadores. En conclusión, para los niños es beneficioso estar expuestos a más de un idioma desde muy pequeños. Gracias a ello, desarrollan una mayor flexibilidad a la hora de aprender estructuras del habla y, además, adquieren la capacidad de captar estructuras lingüísticas distintas a la vez, a diferencia de los niños monolingües.

Países

Italia

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