Vuelos más seguros gracias al proyecto SUPRA
Un nuevo proyecto financiado con fondos comunitarios se dispone a mejorar la seguridad aérea de dos formas: formando pilotos en situaciones peligrosas y condiciones atmosféricas extremas y estudiando cómo se pierde la orientación en circunstancias de peligro en vuelo. El proyecto SUPRA («Simulación de la recuperación de actitudes anormales en la aviación»), financiado con 3,7 millones de euros procedentes del tema «Transporte» del Séptimo Programa Marco (7PM), es un consorcio compuesto por nueve institutos de investigación científica y empresas y coordinado por la Organización Neerlandesa para la Investigación Científica Aplicada (TNO, Países Bajos). Ésta última aportará al proyecto dos tipos de simulador de vuelo completamente nuevos. Uno de los socios, el Instituto Max Planck de Cibernética Biológica de Tubinga (Alemania), investiga la percepción del movimiento que poseen los pilotos en situaciones extremas y estudia el análisis que realiza el cerebro de la información visual y del equilibrio en condiciones de vuelo en las mismas condiciones. Por sistema los pilotos reciben una formación considerable en simuladores de vuelo y en aeronaves reales. Durante esa formación se realizan maniobras especialmente delicadas como el despegue y aterrizaje en simuladores normales, pero la realización de pruebas en condiciones de vuelo extremas es mucho más complicada de realizar en este tipo de máquinas. El proyecto SUPRA, que comenzó en septiembre de 2009, está seleccionando situaciones de adiestramiento adecuadas para sus pruebas y colaborando con pilotos de pruebas profesionales para estudiar la manera en la que éstos perciben el movimiento de las aeronaves durante situaciones fuera de lo común y por qué razón y en qué momento pierden la orientación. El equipo de investigación está interesado principalmente en las interacciones entre la visión de los pilotos y las señales que recibe el cerebro desde el oído interno. Para exponer a los pilotos a una gama de aceleraciones mientras maniobran en un entorno generado por ordenador se utilizará un brazo robótico. Mediante el empleo de sistemas de equilibrio y visuales, se persigue que las pruebas «engañen» al cerebro para que los pilotos crean que se encuentran realmente en una maniobra de vuelo y no que son objeto de un experimento. Por ejemplo, las pruebas permitirán a los pilotos experimentar aceleración únicamente a través de estimulación visual y no mediante movimientos, técnica utilizada en los simuladores de vuelo convencionales. El profesor Heinrich H. Bülthoff del Instituto Max Planck de Cibernética Biológica declaró que «en esta época en la que la gente viaja cada vez con más frecuencia es importante formar a conciencia a los pilotos. Nos complace que la Unión Europea nos haya dado la oportunidad de trabajar con un equipo internacional con el que podamos contribuir significativamente a la seguridad aérea mediante la mejora de la formación de pilotos.»
Países
Alemania, Países Bajos