Nuevos datos sobre los mecanismos de la depresión
Un equipo de investigación formado por científicos franceses y estadounidenses ha descubierto qué provoca que un cerebro sea especialmente propenso a la depresión y la ansiedad y no responda a tratamientos antidepresivos. En la revista Neuron se ha publicado un estudio al respecto que puede servir de base para diseñar nuevos tratamientos para este tipo de afecciones. La depresión es uno de los problemas sanitarios más extendidos en el planeta. Sus síntomas incluyen irritabilidad, incapacidad para concentrarse, falta de interés por la vida y por los demás, flaqueza de energías y patrones de sueño deficientes. Contra ella existen varios tratamientos como la medicación antidepresiva, la asistencia psicológica y cambios en el estilo de vida. El mecanismo que rige la depresión no se conoce al completo, pero investigaciones recientes lo achacan a una combinación de sucesos estresantes y otros factores biológicos que predisponen a ella. El tratamiento farmacológico empleado en la actualidad se basa sobre todo en la administración de antidepresivos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que aumentan la concentración de serotonina en el cerebro. Esta sustancia es un neurotransmisor, sustancia química que envía señales entre una neurona y otra célula, y se considera que un bajo nivel de la misma contribuye a la depresión. «Por desgracia, más de la mitad de los pacientes de depresión no responden a su primer tratamiento farmacológico», explicó uno de los autores del estudio, el Dr. René Hen de la Universidad de Columbia (Estados Unidos). Su equipo llevó a cabo la investigación en colaboración con el Departamento de Farmacia de la Universidad de Paris-Sud 11 (Francia). «Las razones que justifican esta resistencia al tratamiento siguen sin aclararse», añadió. «Entender la verdadera naturaleza tanto de los factores que predisponen a la depresión como de la resistencia al tratamiento sigue siendo una necesidad importante que todavía no se ha resuelto.» Estudios anteriores sobre la serotonina han sugerido que la regulación de los receptores de serotonina puede relacionarse con la depresión y la respuesta al tratamiento correspondiente. Los receptores de serotonina-1A (5-HT1A) se encuentran en las neuronas de serotonina (autorreceptores), donde inhiben la secreción de serotonina, y en zonas objetivo que reciben heterorreceptores (receptores que responden a neurotransmisores). Los autorreceptores son básicos para el control del «tono serotoninérgico» en el cerebro. La investigación referida ha puesto de relieve una alteración genética en seres humanos que puede regular la concentración de autorreceptores 5-HT1A, lo que se ha asociado a una propensión a la depresión y a una respuesta deficitaria al tratamiento con antidepresivos. El equipo de investigación experimentó en ratones cuyos autorreceptores habían sido modificados sin alterar los heterorreceptores. Sus resultados indicaron que los ratones con mayor cantidad de autorreceptores presentaban una respuesta psicológica menor a un grado de estrés elevado, comportamientos más pronunciados de desesperación y nula respuesta a los antidepresivos. Sin embargo, al reducir los niveles de autorreceptores 5-HT1A de forma previa a la terapia con antidepresivos, los ratones comenzaron a responder al tratamiento. «En conjunto, nuestros resultados establecen una relación de causalidad entre la cantidad de autorreceptores 5-HT1A, la resistencia al estrés y la respuesta a los antidepresivos», indicó el Dr. Hen. «Podemos predecir que los tratamientos para aumentar el tono serotoninérgico antes de administrar ISRS pueden ser eficaces y establecerse como terapias antidepresivas de efectos más rápidos, sobre todo para individuos con mayor concentración de autorreceptores.»
Países
Francia, Estados Unidos