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Un dispositivo móvil comunitario para descubrir bombas caseras

Un equipo europeo de investigadores dirigido por la Agencia Sueca de Investigación sobre Defensa (FOI) está desarrollando un sistema móvil de detección de centros de producción de sustancias utilizadas en atentados terroristas. Los investigadores opinan que el sistema podría i...

Un equipo europeo de investigadores dirigido por la Agencia Sueca de Investigación sobre Defensa (FOI) está desarrollando un sistema móvil de detección de centros de producción de sustancias utilizadas en atentados terroristas. Los investigadores opinan que el sistema podría instalarse en vehículos policiales y utilizarse en patrullas normales para detectar actividades de fabricación de explosivos en zonas urbanas. El dispositivo es un resultado del proyecto LOTUS («Localización de sustancias peligrosas en sociedades urbanas»), financiado con 4,3 millones de euros mediante el tema Seguridad del Séptimo Programa Marco (7PM), y contribuirá a crear un sistema para la detección de actividades de fabricación ilícita de explosivos y narcóticos. Los investigadores confían en que para la finalización del proyecto en 2011 habrán logrado un prototipo capaz de detectar la presencia de cantidades elevadas de sustancias peligrosas (precursores de explosivos) en una zona. Empleará tecnología GPS (Sistema de Posicionamiento Global) para dar indicios del tipo de sustancia sospechosa emitida, su localización, cantidad y hora, todo lo cual se enviará mediante una red inalámbrica a las autoridades policiales competentes para que continúen la investigación. Los investigadores de LOTUS están probando actualmente un sensor de peróxido de hidrógeno, el principal ingrediente utilizado en los atentados de Londres del 7 de junio de 2005 (se cree que los terroristas adquirieron 443 litros de peróxido de hidrógeno entre abril y julio de 2005 en recipientes de uno o cuatro litros). Estos atentados fueron una serie de ataques suicidas contra la red de transporte público de Londres que provocaron 52 muertos, aparte de los 4 terroristas. El método empleado por el equipo del proyecto está basado en gran medida en varios descubrimientos realizados a posteriori sobre los preparativos de aquellos atentados, hasta tal punto que la cocina de Leeds (Reino Unido) en la que se prepararon los explosivos mortales ha sido reconstruida en el laboratorio del FOI. Los investigadores admiten que es extremadamente complicado evitar atentados de estas características cuando los terroristas ya se han puesto en marcha. El Dr. Henric Östmark explicó que las autoridades suelen centrarse en descubrir las bombas una vez construidas y ubicadas para su detonación. A pesar de que este procedimiento puede ser eficaz en los controles de seguridad de los aeropuertos, en estaciones de tren es imposible hacer pasar por los detectores a un gran número de pasajeros durante horas punta. Y aunque fuera posible, un terrorista podría detonar una bomba en cualquier punto de la estación, anulando así la utilidad del escáner. No obstante, la preparación de atentados como los del 7 de junio de 2005 lleva tiempo y para los investigadores de LOTUS la fase de producción es el mejor momento para que intervengan las fuerzas de seguridad. «Fabricar una bomba lleva tiempo», afirmó el Dr. Östmark. «Calculamos que para montar una en una cocina es necesario al menos un mes.» Según el equipo, la cronología a tener en cuenta para dar la alarma posee distintas fases: (1) planificación y financiación; (2) obtención de equipo y materiales; (3) preparación, producción y transporte; y, por último, (4) ejecución del atentado. La vigilancia destinada a prevenir un atentado debe realizarse durante las primeras tres fases y ahí es donde será útil el sistema LOTUS. Desde el comienzo del proyecto en 2009, el objetivo de los investigadores ha sido la comprobación de tres tipos de sensores: un «espectrómetro de movilidad de iones» (utilizado normalmente en los controles aeroportuarios) y dos sensores basados en «análisis diferencial de movilidad» y detección por infrarrojos. Dos características esenciales de los sensores son su rapidez e hipersensibilidad. Las falsas alarmas son poco probables, aseguran los investigadores. El servidor central del dispositivo activará una señal de alarma sólo si detecta una gran concentración de sustancias químicas concretas durante un periodo de tiempo importante. Pero, ¿qué pasa si un terrorista deja de utilizar peróxido de hidrógeno y lo sustituye por una nueva sustancia? «Estamos estudiando otras posibilidades de construir explosivos con sustancias químicas caseras», aclaró el Dr. Östmark. «Además nuestros sensores se podrán actualizar si los terroristas descubren otra forma de fabricar bombas.» Cuando el prototipo esté listo se probará en la capital sueca de Estocolmo y en otra ciudad europea.

Países

Suecia

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