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El descubrimiento del «interruptor principal» de los glóbulos blancos sanguíneos puede contribuir al tratamiento de la artritis reumatoide

Un grupo de científicos del Reino Unido ha identificado una proteína que actúa como «interruptor principal» de ciertos glóbulos blancos sanguíneos y determina si deben promover o inhibir una inflamación. Creen que estos descubrimientos, presentados en la revista Nature Immunol...

Un grupo de científicos del Reino Unido ha identificado una proteína que actúa como «interruptor principal» de ciertos glóbulos blancos sanguíneos y determina si deben promover o inhibir una inflamación. Creen que estos descubrimientos, presentados en la revista Nature Immunology, podría contribuir al tratamiento de enfermedades como la artritis reumatoide, en las que interviene una inflamación excesiva. El estudio ha sido financiado en parte por el proyecto MODEL-IN («Determinantes genéticos de la inflamación: desde mediciones físicas a perturbación del sistema y tratamiento matemático»), financiado con más de 2,9 millones de euros dentro del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea. Si bien las respuestas inflamatorias son una importante defensa del cuerpo frente a estímulos dañinos como infecciones o daños en los tejidos, en muchos casos la inflamación excesiva puede dañar el cuerpo. Por ejemplo, los afectados por artritis reumatoide deben soportar articulaciones hinchadas y dolorosas. Pero los motivos para que esto suceda no son del todo conocidos. El equipo investigador del Imperial College de Londres en el Reino Unido explicó que las células del sistema inmunológico llamadas macrófagos pueden estimular o suprimir la inflamación emitiendo señales químicas que alteran el comportamiento de otras células. En su estudio, los investigadores mostraron que una proteína llamada IRF5 actúa como conmutador molecular que controla si los macrófagos estimulan o suprimen la inflamación. Su descubrimiento sugiere que bloquear la producción de IRF5 en los macrófagos podría ser una forma eficiente de tratar una amplia variedad de enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, la enfermedad inflamatoria intestinal, el lupus y la esclerosis múltiple. Estos científicos explicaron que al aumento de los niveles de IRF5 podría ayudar a tratar a los pacientes inmunocomprometidos. La investigadora sénior Dra. Irina Udalova del Kennedy Institute of Rheumatology del Imperial College de Londres dijo que: «Las enfermedades pueden afectar qué genes se activan o se desactivan en ciertos tipos de células. Comprender cómo se regula esta conmutación es esencial para diseñar estrategias centradas en la supresión de las respuestas celulares no deseadas». Según la Dra. Udalova, «Nuestros resultados muestran que IRF5 es el conmutador principal de un conjunto esencial de células inmunológicas, que determina el perfil de los genes que se activan en esas células». La Dra. Udalova describió este descubrimiento como «realmente fascinante porque significa que si podemos diseñar moléculas que interfieran en el funcionamiento de la IRF5, esto podría dar lugar a nuevos tratamientos antiinflamatorios para una amplia variedad de situaciones». Los investigadores del Imperial College de Londres habían desarrollado previamente tratamientos contra el factor de necrosis tumoral (TNF), un tipo de fármaco de amplia utilización como tratamiento de la artritis reumatoide. Estos fármacos van dirigidos al TNF, un importante compuesto químico de señalización que emiten las células inmunológicas para estimular las respuestas inflamatorias. Sin embargo, alrededor del 30% de los pacientes no responden a los fármacos anti-TNF y, por consiguiente, existe una clara necesidad de desarrollar terapias que sean eficientes más ampliamente. Los estudios de asociación de genes han vinculado variaciones del gen que codifica la IRF5 con un riesgo mayor de sufrir enfermedades autoinmunes. La Dra. Udalova, por consiguiente, también investigó el papel que tiene esta proteína en el control de la inflamación. Utilizó virus sintéticos para introducir copias adicionales del gen de la IRF5 en macrófagos humanos cultivados en el laboratorio, logrando que las células produjesen más IRF5. Al realizar este proceso en macrófagos con características antiinflamatorias, pasaban a favorecer la inflamación. Bloquear la IRF5 en los macrófagos con características inflamatorias usando moléculas sintéticas dio como resultado la reducción de la producción de las señales que promueven la inflamación por parte de las células. También se estudiaron ratones modificados genéticamente que no podían generar IRF5. Estos ratones producían menores niveles de señales químicas que estimulasen la inflamación. La Dra. Udalova concluyó que la IRF5 parece funcionar activando los genes que estimulan las respuestas inflamatorias y amortiguando los genes que las suprimen. Esto es posible interactuando directamente con el ácido desoxirribonucleico (ADN), o interactuando con otras proteínas que controlen qué genes se activan. Actualmente su equipo está estudiando cómo funciona la IRF5 a nivel molecular y con qué otras proteínas interactúa con el fin de diseñar formas de bloquear sus efectos.Para más información, consulte: Imperial College de Londres: http://www3.imperial.ac.uk/ MODEL-IN: http://www.model-in.org/ Nature Immunology: http://www.nature.com/ni/index.html

Países

Reino Unido

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