¿Dónde pasar el invierno? Científicos trazan patrones de hibernación flexibles de las aves migratorias
Entre los seres humanos, por lo general son las grandes fortunas y los escalones más altos de la sociedad los únicos que pueden decidir dónde pasan el verano o el invierno, mientras que el resto debe aclimatarse y adaptarse a las condiciones extremas de una estación del año u otra. Sin embargo, en el reino animal, para especies como el págalo antártico, migrar con el cambio de estación es algo normal. Incluso parece que estas aves acuáticas son enormemente flexibles en sus rutas de vuelo; no sólo en cuanto a dónde pasan los meses más fríos, sino también a la compañía que mantienen. En un nuevo estudio, un equipo de investigadores internacionales ha descubierto que aunque un elevado número de págalos del polo sur pasan el invierno antártico en el Atlántico norte, aproximadamente un tercio de la población de la misma especie pasa el invierno en regiones con temperaturas más cálidas o con más disponibilidad de alimentos en el Pacífico norte, a decenas de miles de kilómetros de los anteriores. El equipo, compuesto por científicos de Alemania, Suiza y Reino Unido, y dirigido por el ornitólogo especializado en aves polares, el Dr. Hans-Ulrich Peter de la Universidad Friedrich Schiller de Jena (Alemania), identificó las rutas de vuelo de las aves al implantar a los págalos del polo sur geolocalizadores en las zonas de alimentación de la isla Rey Jorge, a unos 120 kilómetros del continente antártico. Esto les permitió obtener sus datos de posición a lo largo de varios años. El Dr. Hans-Ulrich Peter explica que «gracias a estos datos, ahora podemos afirmar con certeza y por primera vez que los págalos del polo sur no pasan el invierno, como hacen sus parientes cercanos, los págalos subantárticos, junto a las costas de Argentina, sino que lo hacen sobre todo en el hemisferio norte». Hasta la fecha, todas las conclusiones alcanzadas acerca de los hábitats de estas aves eran puras especulaciones; estos resultados aportan datos concretos para las teorías de los científicos. «La observación de aves individuales nos llevó a presuponer que pasan el invierno en el Atlántico. Pero hasta ahora, no se sabía que una parte mayor de ellas también permanecen en mitad del Pacífico norte durante el invierno», prosigue el Dr. Hans-Ulrich Peter. Estos hallazgos también revelan que independientemente del destino al que se dirijan las aves, sus rutas de vuelo son muy similares. Las rutas de vuelo desde el norte y el desplazamiento de vuelta hacia el sur siempre se trazan siguiendo la forma de un nudo corredizo que cruza el Ecuador; durante ambos viajes, las aves vuelan en una extensa formación con la forma de un ocho. En el caso de los págalos que hibernan en el Atlántico, la ruta abarca en un primer momento un amplio pasillo en dirección al norte a lo largo de la costa oriental de Sudamérica; después de cruzar el Ecuador, las aves cambian de dirección y ponen rumbo al noroeste. Hacia finales de mayo, las aves llegan a su destino en el Atlántico norte. A finales de agosto, regresan a la isla Rey Jorge haciendo una «escala» de tres semanas cerca de la costa de la Patagonia para completar sus reservas corporales. Los págalos que se dirigen al Pacífico norte siguen una ruta que les lleva primero a lo largo de la costa de Sudamérica antes de cambiar de dirección hacia el noroeste, por encima del Ecuador. Las aves llegan a su destino en el Pacífico a mediados de mayo, dos semanas antes que sus congéneres que hibernan en el Atlántico. Al parecer, el viaje de vuelta sigue una amplia curva en dirección al suroeste hacia Nueva Zelanda para, al final, girar en dirección al sureste hacia la Antártida. Allí, descansan varios días antes de regresar al lugar donde crían. Mientras que para los seres humanos, una escala entre dos vuelos supone normalmente tener que esperar en una sala de embarque y pasar el tiempo comprando en establecimientos libres de impuestos, los científicos creen que estos periodos de descanso permiten a las aves recuperarse del esfuerzo del largo trayecto a través de los trópicos, donde los alimentos suelen ser escasos. El equipo llegó a la conclusión de que una vez que los págalos han escogido el océano donde pasar el invierno, se dirigen al mismo destino el año siguiente; lo que sigue siendo un misterio es el motivo por el que las aves eligen un destino de invierno en detrimento de otro.Para más información, consulte: Universidad Friedrich Schiller de Jena: http://www.uni-jena.de/en/start_en.html(se abrirá en una nueva ventana)
Países
Alemania