Una enana marrón superfría contribuye a distinguir mejor a su especie de los planetas gigantes
Un equipo internacional de astrónomos financiados con fondos europeos acaba de descubrir una enana marrón cuya masa se compone de hidrógeno y helio en más del 99 y cuya temperatura apenas alcanza los 400 grados Celsius. Este hallazgo podría ser crucial para distinguir mejor a las enanas marrones de los planetas gigantes. Las búsquedas de exoplanetas suelen deparar muchos posibles candidatos que quedan en evidencia gracias a las perturbaciones gravitacionales que generan en las estrellas a las que orbitan. No obstante puede resultar complicado distinguir entre enanas marrones y planetas gigantes pues comparten muchas características. El equipo explicó en un artículo publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society que para dar con el objeto utilizaron datos del satélite WISE (Explorador Infrarrojo de Campo Amplio), el URKIT (Telescopio del infrarrojo del Reino Unido) de Hawái (Estados Unidos) y el VISTA (Telescopio de Rastreo en Visible e Infrarrojo para la Astronomía, Chile). El estudio reúne a científicos de Australia, Chile, Francia, Italia, España y Reino Unido y está financiado en parte mediante la Red de Formación Inicial (ITN) Marie Curie RoPACS («Planetas rocosos en la órbita de estrellas frías»), que cuenta con una subvención de más de 3 millones de euros en virtud del tema «Personas» del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE. Las enanas marrones son objetos semejantes a estrellas que no cuentan con la masa necesaria para iniciar procesos de fusión de hidrógeno en sus núcleos y que con el paso del tiempo se enfrían hasta alcanzar temperaturas de unos pocos cientos de grados. Se forman mediante el mismo proceso que las estrellas a partir del colapso de una nube molecular de unos pocos años luz de diámetro y las que se encuentran en sistemas binarios comparten la misma química atmosférica que su estrella aparejada. En cambio, los planetas gigantes se suelen formar a partir de núcleos sólidos de gran tamaño que acumulan alrededor gas procedente del disco que los rodea. Este proceso implica que la composición química de las capas interiores y exteriores es muy distinta. La proporción de elementos pesados o «metales» en los planetas gigantes es tres veces mayor que en el Sol. Este tipo de diferencias permite distinguir entre planetas gigantes y enanas marrones y también desvelar sus mecanismos de formación. El nuevo objeto descubierto, conocido como BD+01ø 2920B, es 35 veces mayor que Júpiter y orbita a su estrella a unos 390 000 millones de kilómetros, 2 600 veces la distancia media de la Tierra al Sol. El Dr. Pinfield del Centro de Investigación Astrofísica de la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido), autor principal del artículo, explicó que este trabajo nuevo ha sido posible gracias a la combinación de datos procedentes de estudios realizados desde tierra y desde el espacio: «Los datos de telescopios como VISTA y UKIRT y de observatorios orbitales como WISE permiten obtener una visión sin precedentes de este tipo de objetos ultrafríos cercanos. El hallazgo de estos objetos raros en órbita a estrellas cercanas permite obtener un conocimiento más amplio de una galaxia como la nuestra en la que los planetas gigantes y las enanas marrones son comunes.» El principal objetivo de la red RoPACS es descubrir y estudiar planetas extrasolares que orbitan a estrellas frías, que son, con diferencia, las anfitrionas más comunes de planetas potenciales. Los investigadores implicados esperan encontrar la respuesta a los siguientes enigmas: de qué forma depende la formación de planetas de la estrella anfitriona; la gama completa de estrellas en torno a las cuales se podrían hallar planetas habitables; qué relación guarda el Sistema Solar con la enorme diversidad de sistemas planetarios; y cuál sería la mejor forma de utilizar la tecnología futura para descubrir y medir toda la variedad de planetas extrasolares potencialmente habitables. El objetivo de la red mencionada es formar a investigadores en fase inicial (ESR) y dotar a investigadores jóvenes con experiencia (ER) de conocimientos astronómicos, informáticos, matemáticos y técnicos para que puedan medir, simular e interpretar observaciones científicas de los planetas extrasolares, además de las tecnologías utilizadas para observarlos y catalogarlos.Para más información, consulte: Real Sociedad de Astronomía del Reino Unido (RAS): http://www.ras.org.uk(se abrirá en una nueva ventana)
Países
Chile, Reino Unido