Un proyecto europeo ayuda a atender los requisitos informáticos de la ciencia
Desde un proyecto financiado con fondos europeos establecido con los cometidos de crear un mercado de la computación en la nube para el sector público de Europa y de atender la inmensa necesidad que tiene la comunidad científica europea con respecto a la tecnología de la información (TI), se acaba de anunciar el despliegue inicial de sus primeras aplicaciones emblemáticas en los campos de la física de alta energía, la biología molecular y la gestión de riesgos relacionados con catástrofes naturales. El proyecto HELIX NEBULA («Helix Nebula: la nube de la ciencia»), iniciado el pasado mes de enero y programado hasta 2014, cuenta con la participación de científicos de Alemania, Italia, Países Bajos, Suiza y Reino Unido y con una financiación de 1 800 000 euros otorgados en virtud del tema «Infraestructuras de investigación» del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE. Este proyecto constituye una colaboración extraordinaria entre los ámbitos de la ciencia y la empresa, al reunir a destacados proveedores de TI como Atos, CloudSigma y T-Systems y a tres prestigiosos centros de investigación de Europa: la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN), el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) y la Agencia Espacial Europea (ESA). Su propósito es asegurarse de que las organizaciones dedicadas a la ciencia y la investigación puedan seguir llevando a cabo su labor de obtención, procesado, análisis y archivo de datos empleando aplicaciones de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). La necesidad de contar con estos servicios en el mundo de la ciencia no hace sino crecer, y no en vano, pues las aplicaciones basadas en la nube pueden ofrecer una mayor eficiencia, agilidad e innovación en la prestación de funciones, gracias a características como las economías de escala, el uso múltiple de recursos empleados de forma esporádica y métodos más sofisticados de gestión de recursos. Los resultados iniciales de la etapa actualmente en marcha del proyecto, la de prueba de concepto, indican que el CERN, el EMBL y la ESA han conseguido desplegar aplicaciones científicas complicadas, cada una de las cuales conlleva la ejecución de decenas de miles de tareas en centros de procesamiento de datos administrados por Atos, CloudSigma y T-Systems. En el CERN, por ejemplo, el reciente descubrimiento relacionado con la búsqueda del bosón de Higgs tiene mucho que deberle a la rápida implantación de la aplicación emblemática del experimento ATLAS, gracias a la cual el CERN pudo efectuar simulaciones en las que basó el descubrimiento. ATLAS es un experimento de física de partículas que tiene lugar en el Gran Colisionador de Hadrones del CERN. El detector ATLAS tiene la función de descubrir fenómenos aún desconocidos en las colisiones frontales de protones con una energía extraordinariamente elevada. Frédéric Hemmer, responsable del departamento de informática del CERN, declaró: «Estos despliegues iniciales han confirmado que la construcción de una infraestructura pública de computación en la nube compartida por múltiples usuarios y múltiples proveedores es una empresa de inmensas proporciones que requiere cumplir una serie de pasos graduales. No obstante, los resultados preliminares son muy alentadores y confiamos en alcanzar nuestra meta durante los dos años de duración de la fase piloto.» El equipo del EMBL implantó y probó satisfactoriamente su novedosa plataforma informática para análisis genómicos a gran escala en las distintas infraestructuras de los proveedores de computación en la nube. Empleando grandes corpus de datos genómicos reales servidos por las máquinas de secuenciación del EMBL, el equipo responsable de la prueba de concepto en esta organización evalúo elementos fundamentales como la escalabilidad, el rendimiento y el suministro de recursos a voluntad para operaciones de computación de grandes prestaciones y almacenamiento rápido de datos en estas nubes. Según explicó Paul Flicek, responsable del área de genómica de vertebrados del Instituto Europeo de Bioinformática del EMBL: «El establecimiento de infraestructuras de computación con suficiente potencia para el análisis genómico en la nube no es nada despreciable. Por eso nos alegraron mucho los resultados iniciales de la prueba de concepto. Se trata de hitos importantes en el empeño por conseguir que nuestro software quede al alcance de los científicos de todo el mundo en el transcurso de la fase piloto de HELIX NEBULA.» Por su parte, la ESA probó satisfactoriamente el procesado y la difusión de datos a gran escala procedentes de sus satélites equipados con radar (el Satélite Europeo de Teledetección o ERS y Envisat) emplean las infraestructuras distintas de los proveedores de computación en la nube. «Los resultados han servido para demostrar que esas aplicaciones pueden ejecutarse en los sistemas de distintos proveedores, pese a que emplean tecnologías diferentes», subrayó Volker Liebig, director de programas de observación de la Tierra de la ESA. «Gracias a estos recursos en la nube y a las modernas herramientas de comunicación, la comunidad científica mundial estará en mejor disposición para aprovechar el archivo de datos a gran escala de la ESA, que abarca veinte años de observación de la Tierra, y también resultará más sencillo que se entablen colaboraciones entre colectivos dedicados a disciplinas distintas.» Michael Symonds, «Principal Solutions Architect» de Atos, se refirió a la dificultad que entraña el establecimiento de recursos de computación en la nube para su uso por organizaciones de investigación: «La creación de una nube de índole pública para organizaciones de investigación del mayor nivel es muy distinto de prestar servicios en la nube a empresas privadas. Ha llevado mucho esfuerzo, pero nos complacen estos resultados preliminares y confiamos en seguir progresando.»Para más información, consulte: Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN): http://www.cern.ch
Países
Suiza, Alemania, Italia, Países Bajos, Reino Unido