Termografía para combatir la obesidad
Para perder peso hay quien hace ejercicio, se pone a dieta e incluso toma pastillas. No obstante, un equipo de científicos del Reino Unido afirmaron que es posible que exista una nueva arma que añadir al arsenal: la termografía. Esta técnica innovadora, presentada en la revista Journal of Pediatrics, registra las reservas de grasa marrón, o según expertos en la materia el tejido adiposo pardo, la «grasa buena». Estos tejidos permiten al organismo quemar calorías de forma rápida para convertirlas en energía. El equipo de científicos de la Universidad de Nottingham afirmó que el tejido adiposo pardo genera 300 veces más calor que cualquier otro tejido del organismo. De este modo es menos probable que se almacene el exceso de energía o los alimentos en forma de grasa blanca si se posee mayor cantidad de grasa marrón. El proceso termográfico permitiría a los investigadores obtener la información necesaria para evaluar la cantidad de grasa marrón presente en un organismo y calcular el calor que genera. En relación a esta tecnología de alta sofisticación, el profesor Michael Symonds de la Escuela de Ciencias Clínicas de la Universidad de Nottingham y autor principal del estudio indicó: «En principio, cuanta más grasa marrón se almacene en el cuerpo o cuanto más activa sea esta, más calor produces y por tanto es menos probable que almacenes el exceso de energía o alimentos en forma de grasa blanca. Esta técnica no invasiva podría ser básica en la lucha contra la obesidad. Podría ser posible añadir un índice termográfico en las etiquetas de los alimentos para mostrar si un producto puede aumentar o reducir la producción de calor de la grasa marrón. O lo que es lo mismo, si puede acelerar o reducir el ritmo de consumo de calorías. La obesidad está muy presente en la vida de europeos y estadounidenses. Más de 150 millones de niños de todo el planeta la sufren y en el Reino Unido los casos de obesidad infantil se han duplicado durante los últimos veinte años. «Los bebés poseen una cantidad mayor de grasa marrón que utilizan para mantenerse calientes poco después de su nacimiento, circunstancia que dota de interés el resultado de nuestra investigación de que esta grasa saludable también puede generar calor en niños y adolescentes», afirmó la Dra. Helen Budge de la Universidad de Nottingham. Según el profesor Symonds, este estudio pionero podría contribuir a aumentar el conocimiento que se posee sobre el equilibrio que establece la grasa marrón entre la energía procedente de los alimentos consumidos y la energía que gasta el organismo. Los científicos encargados del estudio descubrieron la manera en la que niños sanos generan calor en la región del cuello, rica en tejido adiposo pardo. Esta capacidad es mayor en niños pequeños en comparación con adolescentes o adultos. Además afirmaron que sus resultados están sirviendo en el estudio de intervenciones diseñadas con el fin de fomentar el gasto energético y frenar el aumento de peso en niños y adultos. Sobre la nula invasividad de esta tecnología, el profesor Symonds afirmó: «El empleo de nuestra técnica de imagen permite localizar grasa marrón y evaluar su capacidad para producir calor. Sustituye a técnicas perniciosas que emplean radiación y con ella se pueden realizar estudios en grupos grandes. De este modo se podría obtener más información sobre la función de la grasa marrón en el equilibrio que existe entre la energía que se obtiene de los alimentos que se consumen y la energía que quema el organismo.»Para más información, consulte: Universidad de Nottingham: http://www.nottingham.ac.uk/(se abrirá en una nueva ventana) Journal of Pediatrics: http://www.jpeds.com/(se abrirá en una nueva ventana)
Países
Reino Unido