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Aumentar la actividad física para reducir el riesgo de demencia

Un nuevo estudio ha revelado que aquellos que aumentan su actividad física a una edad avanzada podrían ver reducido su riesgo de padecer demencia. En la revista Stroke de la Asociación Estadounidense del Corazón se ha publicado un artículo al respecto. El artículo muestra que ...

Un nuevo estudio ha revelado que aquellos que aumentan su actividad física a una edad avanzada podrían ver reducido su riesgo de padecer demencia. En la revista Stroke de la Asociación Estadounidense del Corazón se ha publicado un artículo al respecto. El artículo muestra que personas de edad avanzada sin discapacidades que efectuaron ejercicio físico frecuente consiguieron reducir el riesgo de demencia de origen cardiovascular en un 40 % y de deterioro cognitivo provocado por todo tipo de etiologías en un 60 %. El equipo al cargo del estudio afirmó que el efecto protector de este tipo de actividad física no se ve influido por la edad, el nivel de estudios, los cambios en la materia blanca encefálica y ni siquiera por antecedentes de ictus o diabetes. Estos descubrimientos se basan en un estudio prospectivo multinacional europeo que incluyó evaluaciones cognitivas exhaustivas anuales durante tres años. Los resultados se suman a un corpus creciente de indicios de que la actividad física asidua fomenta la salud encefálica. «Recomendamos sin reservas la práctica de una actividad física de intensidad moderada durante treinta minutos, tres veces por semana, para evitar el deterioro cognitivo», afirmó Ana Verdelho, neurocientífica del Hospital Santa María de la Universidad de Lisboa (Portugal) y autora principal del estudio. «En especial para aquellos que presentan factores de riesgo como la hipertensión, el ictus o la diabetes.» La demencia se define como un deterioro de la capacidad mental. Su detección temprana reviste dificultad pues su progresión es lenta. Los primeros indicios son un deterioro de la memoria, el razonamiento, el juicio e incluso la personalidad. Afecta sobre todo a mayores de sesenta años. Es una de las principales causas de discapacidad entre este grupo de población, lo que implica que el envejecimiento poblacional aumentará también los casos de demencia. La causa de demencia más común en la Unión Europea es el Alzheimer, cuya proporción se sitúa entre el 50 % y el 70 % de los casos. En el estudio participaron 639 personas de entre 60 y 79 años. De ellas el 55 % eran mujeres y cerca del 64 % practicaban alguna actividad física al menos durante treinta minutos al día y tres días por semana en forma de ejercicios en el gimnasio y paseos andando o en bicicleta. La Asociación Estadounidense del Corazón recomienda al menos 150 minutos de ejercicio moderado semanal o 75 de ejercicio intenso para mantener una salud adecuada. Los investigadores al cargo del estudio realizaron pruebas de imagen por resonancia magnética (IRM) al comienzo y al final del estudio para medir los cambios en la materia blanca del encéfalo, un indicador de un posible deterioro cognitivo. «Los daños en la materia blanca del encéfalo influyen en problemas cognitivos como la depresión, las dificultades para andar y las molestias al orinar», indicó la Sra. Verdelho. «Los cambios en la materia blanca son muy comunes entre los más mayores y suelen relacionarse con factores de riesgo cardiovascular como la hipertensión y el ictus.» Durante el estudio se preguntó a los participantes mediante entrevistas telefónicas y visitas a la consulta sobre la depresión, su calidad de vida y la realización de tareas cotidianas. Tras el periodo de seguimiento 90 pacientes habían desarrollado demencia, 54 de ellos con demencia vascular, en la que el riego sanguíneo deficiente al cerebro provoca el declive cognitivo, mientras que 34 pacientes cumplían los criterios de la enfermedad de Alzheimer. Otros 147 pacientes sufrieron deterioro cognitivo pero sin llegar a un grado de demencia. Cabe recordar que el ejercicio físico practicado con asiduidad reduce la tensión, la ansiedad, la depresión y el enfado. Inmediatamente después al ejercicio físico es posible sentir una «sensación de bienestar», pero la mayoría también nota una mejora general del bienestar con el tiempo a medida que la actividad física se incorpora a sus costumbres.Para más información, consulte: Enfermedades crónicas y de alta prevalencia en la Unión Europea: http://ec.europa.eu/health/major_chronic_diseases/diseases/alzheimer/index_en.htm Universidad de Lisboa: http://www.ul.pt/

Países

Portugal

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