CORDIS asiste a la Semana Europea de las Regiones y Ciudades
La Semana Europea de las Regiones y Ciudades es el mayor evento a nivel mundial específicamente orientado hacia el desarrollo regional y urbano. Celebrada en el contexto de un Parlamento Europeo recién elegido y de la finalización de un Colegio de Comisarios, la decimoséptima edición incluyó unos temas acertadamente vanguardistas: «El futuro de la UE y los papeles de las regiones y ciudades», «Una Europa más cercana a los ciudadanos» y «Una Europa más verde». El evento ofreció una oportunidad única para sumergirse en la multitud de formas creativas en las que las regiones y ciudades maximizan los fondos europeos, tanto a nivel de políticas generales para hacer que Europa sea más inteligente, verde e inclusiva, como a un nivel más prosaico para mejorar la vida diaria de los ciudadanos. Dado que el evento sigue persiguiendo la ambición (que comenzó en 2010) de reducir la producción de residuos, su apoyo hacia las exhibiciones sin papel creó numerosas oportunidades para aprender de forma práctica, con exhibiciones que presentaban de todo, desde dispositivos de realidad virtual hasta cerveza hecha con migas de pan.
Acercarse a los ciudadanos
En la exhibición del Servicio de Estudios del Parlamento Europeo se mostró «LO QUE EUROPA HACE POR MÍ», un esfuerzo memorable por hacer que el trabajo de la UE resulte más relevante para los ciudadanos independientemente de dónde vivan o qué hagan. En el corazón de esta iniciativa hay un sitio web multimedia que permite hacer búsquedas y que presenta resúmenes temáticos o regionales sobre cómo la financiación europea puede mejorar la vida diaria. Lo incluye todo, desde los asuntos de más alto nivel, como las políticas de protección de datos personales, hasta las cuestiones más mundanas, como el etiquetado de productos para garantizar los estándares de seguridad. Además de incluir esfuerzos por comunicar la importancia de los proyectos de la UE para las vidas de los ciudadanos, en el evento también se hizo hincapié en el trabajo que debe realizarse para hacer que las necesidades de los ciudadanos sean más relevantes para los proyectos de la UE. El taller llamado «Ciencia para los ciudadanos: cómo la ciencia llega a las regiones y ciudades» comenzó con un ponente que señaló que, en un contexto en el que aumenta la desconfianza hacia los expertos y los conocimientos, es de vital importancia incluir a los ciudadanos en las investigaciones desde el principio. A partir de este tema, Marzia Mazzonetto, coordinadora de proyectos en la Asociación Europea de Ciencia Ciudadana, parte de la iniciativa EU-Citizen.Science, destacó que cualquiera puede participar. Citó un proyecto financiado con fondos europeos llamado D-NOSES, que permite a los ciudadanos de Barcelona señalar en un mapa problemas de olores en sus cercanías, a través de una aplicación especialmente diseñada para ello. El proyecto se ha ejecutado en diez ciudades de Europa (y fuera de ella) con planes a largo plazo para desarrollar un observatorio de olores. Mazzonetto subrayó que el poder de las iniciativas como esta es que, una vez la gente tiene datos, pueden presionar a los políticos y a los responsables políticos para que actúen. Ciertamente, en Barcelona, ha habido 270 quejas de al menos treinta y cinco usuarios diferentes desde que el proyecto comenzó en 2016.
Los «cuatro ejes» de las partes interesadas
¿Pero qué ocurre cuando las necesidades o las ambiciones chocan entre sí? Según la ponente Nhien Nguyen, profesora asociada en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega, puede ayudar el hecho de adoptar el enfoque de «cuatro ejes» que incluye a los ciudadanos, el mundo académico, la industria y las autoridades públicas a escala, local nacional y transnacional. En él, todas las partes interesadas tienen voz y, tras haber mapeado de forma colectiva los ecosistemas existentes (lo que incluye no solo las pruebas científicas, sino también el conocimiento tácito), pueden crear conjuntamente estrategias adecuadas. Cuando CORDIS la entrevistó, Nguyen añadió que: «Si queremos que la ciencia ciudadana funcione, debe haber una base de entendimiento común». Además, explicó que la clave para lograrlo era propiciar el pensamiento crítico y traducir parte de ese argot tan apreciado por los responsables políticos y los científicos. También señaló la importancia de hacer que la ciencia ciudadana sea divertida y relevante y añadió: «Si los ciudadanos saben que es su derecho, es más probable que participen».
El poder de la creación conjunta
Uno de los puestos que llamaron la atención de CORDIS fue el del proyecto BLOOM, financiado con fondos europeos, creado para mejorar el conocimiento de los ciudadanos sobre la bioeconomía con cinco centros regionales creados para funcionar como comunidades de práctica. Con el fin de identificar grupos objetivo, obstáculos y oportunidades, y finalmente desarrollar actividades de divulgación, el proyecto ha estado realizando talleres de creación conjunta con las partes interesadas. Tal como explicó a CORDIS el doctor Norbert Steinhaus, miembro del proyecto, al visitar el puesto del proyecto BLOOM, ya se ha alcanzado un resultado práctico en colaboración con European schoolnet: una serie de recursos formativos sobre bioeconomía creados por profesores «similar a un libro de cocina». El enfoque se ha estado probando con profesores de diez países. Hasta el momento, el proceso ha resultado en una guía de creación conjunta de libre acceso y, como la doctora Ilse Marschalek, miembro del proyecto, señaló: «en las semillas de proyectos futuros y el empoderamiento de la gente para comenzar sus propios proyectos». Con el fin de Horizonte Europa acercándose, CORDIS espera poder ver los frutos de esta inspiración en una futura edición de la Semana Europea de las Regiones y Ciudades.
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