Nuevas fronteras en la cirugía cardiaca mínimamente invasiva
Más de veinticuatro millones de personas en la Unión Europea y los Estados Unidos sufren de arritmias cardíacas y pueden beneficiarse mucho de recibir tratamientos cardíacos directos sobre la superficie externa del corazón. El tejido que rodea al corazón —el pericardio— es una especie de saco delicado de dos paredes que protege a este órgano vital, a la vez que lubrica su movimiento pulsante. Al atravesar el tejido pericardio se accede a la superficie del corazón (conocido como espacio pericárdico). Sin embargo, el método que se usa hoy en día implica el riesgo de dañar el músculo cardiaco al requerir el uso de agujas alargadas apuntadas hacia el corazón, en continuo movimiento durante el proceso. Surgen complicaciones en hasta un 30 % de los casos que pueden ser mortales en el 10 % de ellos. Esto añade 1 700 millones de euros anuales extra a los costes de los servicios sanitarios europeos y pone en riesgo la vida de los pacientes. En el proyecto ViaOne, financiado en el marco de Horizonte 2020, la empresa emergente sanitaria CardioVia ha estado desarrollando y probando un método más seguro. El ViaOne es un dispositivo innovador que permite acceder a la superficie externa del corazón de forma mínimamente invasiva. Una vez el ViaOne ha penetrado el pericardio, el cirujano puede insertar un alambre guía alrededor del corazón sin lesionarlo. Entonces, el alambre guía sirve de ruta segura para que otros instrumentos puedan entrar y alcanzar el espacio relevante. «Durante nuestra investigación, nos sorprendió descubrir que la técnica para acceder a la superficie externa del corazón, muy problemática para los médicos ha sido la misma durante muchos años», afirma Ziv Menshes, director general de CardioVia.
Diseño de agarre
El dispositivo tiene en su punta un mecanismo de textura especial que se une delicadamente al tejido cardiaco, lo que permite tirar con seguridad del tejido para separarlo del corazón. Un sensor de presión inteligente monitoriza el proceso e indica al médico cuándo el dispositivo se ha posicionado correctamente. Además, este sensor absorbe las fuerzas que emite el corazón en movimiento y permite que la punta del dispositivo pueda desplazarse libremente al ritmo del movimiento natural del latido cardiaco. Mediante un leve giro del controlador del ViaOne, el tejido se desplaza por encima del elemento de acoplamiento, y así se reduce el riesgo de lesionar el corazón. Seguidamente, ViaOne penetra de manera precisa y controlada la capa externa del pericardio dentro del hueco e inserta el alambre guía a través del dispositivo. Por tanto, el ViaOne funciona como un tubo hueco anclado que permite un acceso al corazón simple, controlado, seguro y bidireccional. «Nuestra tecnología avanzada y sencilla usa un mecanismo interno oculto que asegura que no se expone en momento alguno ninguna aguja al corazón o los órganos cercanos, y así disminuye el riesgo de punzar el corazón», explica Menshes.
Movimiento de avance
El equipo de ViaOne habló con médicos de todo el mundo, incluidos China, Estados Unidos, India, Israel, Japón y la Unión Europea. «Recopilamos la mejor información posible extraída de la experiencia de profesionales altamente cualificados y de gran prestigio. El equipo también se reunió con los directores de unidades hospitalarias y contó con su apoyo», dice Menshes. Ahora, la empresa se centra en sus esfuerzos de completar los ensayos clínicos y obtener la autorización reglamentaria de la Unión Europea (marcado CE) y de la FDA estadounidense. «El corazón es uno de los órganos más delicados y complejos del cuerpo humano y requiere de un acceso y atención adecuados», comenta Menshes.
Palabras clave
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