Un exoesqueleto robótico ofrece una solución de alta tecnología para el dolor lumbar
El dolor lumbar es una de las principales causas de discapacidad y una de las razones más frecuentes por las que se solicita tratamiento médico. En Europa, el dolor lumbar ocupa el primer lugar en términos de años vividos con discapacidad y ha aumentado en más del 50 % desde 1990. Además, conlleva un coste económico. Por ejemplo, después del resfriado común, el dolor lumbar es la principal causa de absentismo laboral, representando el 15 % de todas las bajas médicas y cientos de millones de jornadas de trabajo perdidas. La robótica se está imponiendo rápidamente como una solución líder para atenuar el dolor y reducir los costes asociados con las lesiones lumbares. La mayoría de los productos de asistencia robótica disponibles son exoesqueletos que el paciente debe llevar puestos. Aunque aumentan el movimiento de los brazos y las piernas con buenos resultados, estos productos no tienen en cuenta el importante papel que desempeña la médula espinal para transferir la carga de los brazos y la parte superior del tronco a las piernas. Para subsanar esta carencia, el proyecto SPEXOR, financiado con fondos europeos, está diseñando una tecnología revolucionaria. «SPEXOR es un exoesqueleto vertebral innovador que, además de prevenir el dolor lumbar en trabajadores asintomáticos, ayuda a los que ya sufren dolor lumbar y quieren regresar al trabajo», explica Jan Babič, coordinador del proyecto e investigador en el Instituto Jožef Stefan de Eslovenia.
Una extensión natural del cuerpo
SPEXOR se sujeta a los muslos, la pelvis y la espalda como un armazón, aunque de muy alta tecnología. Una articulación mecánica, situada en la cadera, y un mecanismo plegable desplazan la carga de la columna vertebral. Las varillas de fibra de carbono utilizadas proporcionan soporte durante la elevación y eliminan la tensión de la espalda. Los resortes situados a la altura de los muslos ofrecen un ligero empuje a las piernas. El sistema, cuyo peso es de apenas 6,3 kg, utiliza sensores integrados para detectar cuando una persona quiere agacharse. Como resultado, SPEXOR se activa automáticamente cuando es necesario y permanece en modo pasivo o «hibernado» cuando no está en uso. «Lo mejor de este dispositivo es que sabe qué está haciendo el usuario y, basándose en algoritmos complejos, puede predecir qué hará a continuación», explica Babič. «De esta forma, se asegura que SPEXOR sea discreto y, esencialmente, se convierte en una extensión natural del cuerpo».
Enseñar y prevenir
Según Babič, SPEXOR aspira a ser tanto una herramienta de enseñanza como un dispositivo de prevención. Como parte de la formación, el dispositivo emite un zumbido si el usuario levanta un objeto incorrectamente. «Esta prestación es esencial para nuestro estudio en curso, en el que analizamos cómo se flexiona la espalda humana», explica. «Nos ayuda a corregir la mala mecánica corporal y a mejorar el modo de enseñar ergonomía». SPEXOR también desempeña una labor importante a la hora de prevenir problemas lumbares. Para ello, asume parte de la carga mecánica de la columna vertebral, reduciendo el riesgo de lesiones, por ejemplo, fracturas de los platillos terminales vertebrales. «Controlar de forma óptima la mecánica y los movimientos adecuados es el método ideal para fortalecer los músculos y prevenir lesiones», añade Babič. «Por desgracia, a veces no es posible evitar llevar a cabo tareas perjudiciales; ahí es donde entra en juego el soporte externo de SPEXOR». El equipo de investigación ha presentado una patente para la tecnología de su exoesqueleto. Ottobock, uno de los socios del consorcio, ha lanzado Paexo Back, solución comercial basada en los conocimientos adquiridos durante el proyecto SPEXOR.
Palabras clave
SPEXOR, exoesqueleto, dolor lumbar, discapacidad, robótica
