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Análisis del impacto de la robótica en la vida laboral cotidiana

Los robots y la inteligencia artificial (IA) están transformando la forma en que trabajamos, desde la atención sanitaria hasta la construcción. Una mejor comprensión de la repercusión que tienen estas innovaciones en las actividades cotidianas podría derivar en un diseño más eficiente.

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Los robots están presentes hoy día en multitud de sectores profesionales. En la asistencia sanitaria, por ejemplo, se emplean aplicaciones robóticas para supervisar a los pacientes, alertar a los enfermeros y administrar la medicación. También pueden ayudar en las operaciones y favorecer la rehabilitación. Los exoesqueletos robóticos pueden ayudar a los pacientes con lesiones medulares a volver a caminar. «Los problemas surgen cuando los robots se diseñan sin la participación de los usuarios finales, así como de las personas que tienen que trabajar con ellos», explica Cathrine Hasse, coordinadora del proyecto REELER y profesora de Antropología Cultural y Aprendizaje en la Universidad de Aarhus (Dinamarca). «Esto lleva a desarrollar robots que no se adaptan adecuadamente al entorno real en el que se pretenden utilizar. Nuestra idea era que debíamos ser capaces de mejorarlo».

Los robots en el puesto de trabajo

El proyecto REELER, de tres años de duración y financiado con fondos europeos, arrancó en enero de 2017 con el objetivo de aportar una perspectiva antropológica a la robótica en el puesto de trabajo. «La pregunta que nos planteamos fue: ¿En qué medida los diseñadores de robots tienen en cuenta al usuario final y a las personas afectadas por los robots que no son los usuarios previstos?», comenta Hasse. «Nos interesaba dilucidar hasta qué punto se sopesa esta cuestión durante la fase de diseño». Hasse y su equipo analizaron la fabricación de diferentes tipos de robots para varios sectores. «Después visitábamos hospitales para comprobar cómo funcionaban las cosas en la práctica», comenta la coordinadora. El equipo descubrió muchos problemas que no se consideraron durante la fase de diseño. En la atención sanitaria, dichos problemas incluían la tendencia a subestimar la repercusión de los robots en el trabajo cotidiano de los enfermeros; por ejemplo, el requisito de sujetar un esqueleto robótico a un paciente. «Constatamos la necesidad real de que hubiera un punto en común entre los fabricantes de robots y los usuarios finales, así como los profesionales que tienen que lidiar con los robots, al principio del proceso de desarrollo», manifiesta Hasse.

Desarrollo ético de IA

Para alcanzar este punto en común, el proyecto ha reclamado la introducción de «expertos en armonización»: una nueva profesión en el desarrollo de robots e IA que combina la experiencia en ciencias sociales y ciencias económicas, así como en tecnología. «Los científicos sociales y los robotistas deben trabajar codo con codo», comenta Hasse. «Concluimos que se necesitarán expertos en armonización para ampliar el concepto de “usuarios” de los diseñadores para incluir tanto a los usuarios finales como a las personas afectadas en su trabajo cotidiano». Gracias a este trabajo «in situ» también surgió una serie de herramientas de concienciación, cuyo objetivo es ayudar a los desarrolladores de robots a ponerse en el lugar de los usuarios finales. Los ejercicios incluyen «minipopulus», donde los ciudadanos afectados por los robots —como enfermeros, albañiles y trabajadores de fábricas— pueden hablar directamente con los responsables de la toma de decisiones y los desarrolladores de robots. «En lugar de dar respuestas a preguntas formuladas previamente, estos minipopulus deliberativos exploran y simulan la opinión pública general», dice Hasse. Otro ejercicio del conjunto de herramientas es el drama social, en el que se invita a los robotistas a representar escenarios en los que ellos son los usuarios finales. Por ejemplo, un supuesto alienta a los participantes a imaginar que son una persona de edad avanzada en un centro asistencial. «Ponerse en esta situación hace que la gente piense en cuestiones que de otro modo no se les ocurrirían», dice Hasse. Este concepto ha sido adoptado por una importante empresa tecnológica alemana. Hasse confía en que ahora existe una creciente concienciación sobre los aspectos sociales relevantes relacionados con la innovación tecnológica.

Palabras clave

REELER, robot, robótica, inteligencia artificial (IA), asistencia sanitaria, hospital, enfermeros, construcción, fábrica, tecnología, economía

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