TENDENCIAS CIENTÍFICAS: Las mascarillas reducen el riesgo de contraer la COVID-19, concluye el estudio más exhaustivo llevado a cabo hasta la fecha
En una rueda de prensa(se abrirá en una nueva ventana) del día 5 de junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a las naciones que insten a la población a usar mascarillas de tela en los lugares donde hay propagación de la COVID-19. «En zonas con transmisión generalizada, la OMS recomienda el uso de mascarillas médicas para todas las personas que trabajen en las áreas asistenciales de un centro de salud, no solo para los trabajadores que atienden a los pacientes con la COVID-19», comentó el director general, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus. «En segundo lugar, en zonas con transmisión en la comunidad, recomendamos que las personas de 60 años o más, o las que presenten enfermedades subyacentes, utilicen una mascarilla médica cuando no sea posible mantener el distanciamiento físico. En tercer lugar, la OMS también ha actualizado sus orientaciones sobre el uso de mascarillas por la población general en los lugares donde hay transmisión en la comunidad». «La OMS aconseja que los gobiernos alienten a la población general a usar mascarillas cuando haya transmisión generalizada y donde sea difícil mantener el distanciamiento físico, como en el transporte público, en los comercios o en otros entornos cerrados o abarrotados», añadió el doctor Ghebreyesus. «Nuestras orientaciones actualizadas contienen nueva información sobre la composición de las mascarillas de tela, basada en la investigación académica solicitada por la OMS». Dicha investigación fue presentada en la revista «The Lancet»(se abrirá en una nueva ventana) que revisó diferentes estudios ya publicados. Constató que el distanciamiento físico y el uso de mascarillas son los dos métodos más efectivos para detener la transmisión. El equipo compuesto por investigadores de universidades de todo el mundo examinó 172 estudios observacionales en 16 países de 6 continentes, entre ellos estudios en ámbitos sanitarios y comunitarios. Los investigadores examinaron estudios sobre los brotes de la COVID-19 y virus de la misma familia. Uno de los principales descubrimientos reveló que la posibilidad de transmisión sin mascarilla o respirador era del 17,4 %. Esta se reducía al 3,1 % cuando se llevaba puesta una mascarilla. «Lo que estamos fomentando es que en situaciones en las que haya una intensa transmisión, en situaciones en las que no es posible mantener el distanciamiento físico, se debe utilizar una mascarilla de tela —se puede utilizar, se debe utilizar— es algo que debe considerarse muy seriamente», le dijo la epidemiológa y directora técnica de la COVID-19 en la OMS, Maria Van Kerkhove a «CNN»(se abrirá en una nueva ventana). «Lo que intentamos hacer con las orientaciones que lanzamos es ofrecer algunos parámetros, si van a utilizar mascarillas de tela, aquí están las mejores telas que pueden utilizar, basados en las pruebas que tenemos».
Una barrera protectora
En general, se necesitan más investigaciones para establecer la eficacia de las mascarillas de tela para prevenir que las personas que las usen propaguen potencialmente la COVID-19 y para protegerlos quizás de contraer el virus. «Lo que se tiene que comprender sobre la mascarilla es que es una barrera», explicó la doctora April Baller, médica asesora en prevención y control de infecciones de la OMS. «Por eso puede usarse como barrera para quien la lleva puesta. Puede usarse como barrera para quien que esté enfrente de la persona que la lleva puesta». El estudio hizo hincapié en que el distanciamiento social y las mascarillas no ofrecen una protección completa. Las medidas como el lavado de manos son claves para reducir la transmisión. «Debemos ser extremadamente cuidadosos para que las mascarillas no sean vistas como una alternativa a las otras medidas de salud pública que se necesitan de manera urgente», señaló el doctor Mike Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS.
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