Test ácido: un nuevo método para reciclar residuos peligrosos
La galvanización del hierro y el acero es un paso esencial para proteger infraestructuras de la corrosión, el musgo, el aceite e incluso los chicles. Sin embargo, añadir este recubrimiento protector de zinc genera 1 800 millones de litros de residuos ácidos al año en la Unión Europea. El proyecto ReCreo pretende reciclar completamente este flujo de residuos y obtener metales útiles en el proceso. La galvanización en caliente es un proceso mediante el cual se sumerge hierro o acero en zinc fundido, lo cual provoca la formación de una pátina resistente a la corrosión. En distintos momentos del proceso, el metal tratado se sumerge en ácido clorhídrico para eliminar las impurezas y el óxido.
Ácido residual
Según explica el jefe del proyecto ReCreo, Rami Niinikoski: «Con el tiempo, este ácido se satura demasiado con hierro disuelto y deja de hacer efecto. Al llegar a este punto, es necesario enviarlo a una empresa de tratamiento de residuos peligrosos, que neutraliza el ácido y desecha los lodos residuales en un vertedero». Tal como explica, con este proceso, se pierden tanto los metales disueltos como el ácido y, además, se contribuye al problema europeo de los residuos. El proyecto ReCreo estudia un método para limpiar el ácido y extraer compuestos metálicos valiosos durante el proceso. Según dice Niinikoski: «Nuestra solución es la regeneración mediante destilado. En este proceso, se purifica el ácido y se extraen los metales diluidos en forma de sales, como sulfato de hierro y sulfato de zinc. La idea es devolver el ácido clorhídrico al cliente. Este servicio es más valioso que los metales, aunque es posible utilizar los sulfatos en muchos sectores, como el de la limpieza de aguas residuales».
Alta capacidad
Actualmente, no existe ninguna solución que compita con esta para tratar los residuos ácidos generados por el galvanizado y la fabricación de placas de circuitos. El hospedador del proyecto, ChemBrot, estima que el mercado para este proceso en Europa es de 250 millones de euros. Una planta piloto construida en Järvenpää (Finlandia) puede destilar 2 millones de litros de residuos al año, lo suficiente para prestar servicio a las 14 fábricas de galvanización en caliente del país. «Es una forma muy eficaz de reducir estos residuos», añade Niinikoski. «Podemos tratar todos sus residuos y todavía queda algo de margen de capacidad». Si todo va bien, ChemBrot espera retirar 14 800 toneladas de metales y 74 millones de toneladas de residuos peligrosos de los vertederos para 2029 y obtener más de 50 millones de EUR en ingresos en este proceso. El proyecto se financió a través del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea. «Ha sido muy bueno para nosotros», afirma Niinikoski. «Nuestro objetivo es expandirnos fuera de Finlandia y para ello se necesita inversión. Gracias a esta financiación, hemos encontrado algunos posibles socios».
Aplicación agrícola
Este interés incluye a un fabricante de fertilizantes que prevé añadir los sulfatos de hierro y cobre recuperados por ChemBrot a sus productos y una fábrica de galvanizados que espera reciclar su ácido clorhídrico. Niinikoski ha trabajado en el sector de la gestión de residuos durante los últimos quince años. «En esos tiempos, no era un tema tan de moda como ahora; solo era cuestión de unos camiones que venían a recoger tus cosas», explica. «En la actualidad, todo el sector medioambiental y la economía circular se han convertido en un área realmente interesante. Las cosas cambian continuamente y hay muchísimas posibilidades».
Palabras clave
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