Una tecnología antiincrustante innovadora reduce los costes y el impacto ambiental
Los intercambiadores de calor son componentes de los sistemas de calefacción o refrigeración utilizados en varias industrias pesadas. Las unidades transfieren el calor entre dos fluidos adyacentes sin dejar que se mezclen. La versión utilizada habitualmente en la industria petroquímica, llamada de carcasa, consiste en un fluido que fluye sobre la superficie exterior de un conjunto de tuberías rellenadas con un fluido diferente. Las carcasas están sujetas a incrustaciones, lo que supone la acumulación de suciedad en las superficies exteriores de las tuberías. Las incrustaciones pueden deberse a varias causas físicas y químicas. En el sector del gas y el petróleo, las incrustaciones suponen un problema particular que afecta gravemente al rendimiento energético de las refinerías. A nivel mundial, el coste de las incrustaciones supone unos 18 000 millones de euros al año. El espacio entre las tuberías de las carcasas es notablemente inaccesible y, por lo tanto, muy difícil de limpiar. La limpieza convencional requiere la retirada de las carcasas, que son rociadas con agua a alta presión. Sin embargo, este método no es eficaz, puesto que deja el 60 % de las incrustaciones y se desperdicia el 80 % del agua. La limpieza química es otra opción convencional, pero puede tener consecuencias ambientales graves además de que puede corroer las carcasas.
Un proceso combinado e inteligente
El proyecto ShellJeTTPlus, financiado con fondos europeos, desarrolló un proceso alternativo más eficaz, denominado Shell Side Jet. El método automatizado, aplicable a cualquier carcasa de tipo «intercambiador de disposición cuadrada», elimina completamente las incrustaciones de los espacios entre las tuberías de las carcasas sin causar daños. La técnica emplea agua a alta presión y controla de forma rigurosa los riesgos gracias a un funcionamiento totalmente a distancia. «Shell Side Jet representa una novedad absoluta», afirma Henry Mwai, coordinador del proyecto. «La tecnología ha sido diseñada para deslizarse entre los huecos de los tubos de 6 milímetros. El sistema lee de forma inteligente la carcasa y ofrece informes detallados en vivo sobre las mediciones clave que podrían indicar tuberías dobladas, la ubicación y el estado de cualquier daño y la extensión de las incrustaciones». El sistema también fotografía la carcasa antes, durante y después de la limpieza. Mwai afirma que este sistema protege los activos al garantizar una limpieza más precisa.
Una buena limpieza
Las pruebas del proyecto validaron el producto final en un entorno industrial. Se ha confirmado que el sistema limpia más del 90 % de la suciedad entre series de tubos de 6 mm, sin importar el grado de incrustación. La unidad también ha demostrado que se adapta a la forma del tubo y que detecta automáticamente obstrucciones, tubos rotos y deflectores mal posicionados. Ningún sistema de la competencia ofrece resultados comparables. Tube Tech International, el socio principal del proyecto, pronto comenzará la comercialización de Shell Side Jet a nivel mundial. «El mundo entró en confinamiento debido a la COVID-19 justo cuando nos encontrábamos en la fase de lanzamiento comercial», añade Mwai. «La logística de no poder viajar internacionalmente, trasladar equipos o acceder a plantas ha afectado a nuestros plazos. Las conversaciones con los clientes se han ralentizado, pero la demanda es alta y estamos planificando proyectos para 2021». El sistema se suministra con un programa de formación exhaustiva y el equipo colaborará con socios de Europa, Norteamérica y Asia.
Palabras clave
ShellJeTTPlus, incrustaciones, intercambiadores de calor, carcasas, limpieza, Shell Side Jet
