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Defining hormonal cross-talk and the role of mutations in estrogen receptor positive breast cancer

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Otra mirada a la progesterona

Una nueva investigación sugiere que la progesterona, vinculada durante mucho tiempo a un mayor riesgo de cáncer de mama, podría utilizarse para ayudar a tratar la enfermedad.

Solo en el Reino Unido, cada año se diagnostican 55 000 nuevos casos de cáncer de mama. De ellos, la gran mayoría (el 75 %) son impulsados por la ruta del receptor de estrógeno(se abrirá en una nueva ventana) (RE, o ER por sus siglas en inglés). Los estrógenos(se abrirá en una nueva ventana) son las hormonas que promueven el desarrollo de las características sexuales secundarias y la maduración de los órganos sexuales en las mujeres. La ruta del RE incluye las proteínas reguladoras que afectan al funcionamiento de los estrógenos. Normalmente, estas proteínas están estrechamente reguladas, pero, cuando se produce una desregulación, el resultado suele ser un cáncer de mama metastásico(se abrirá en una nueva ventana). Aunque los fármacos que bloquean la actividad del RE han mejorado drásticamente las tasas de supervivencia, un tercio de todas las personas afectadas recidivan y mueren debido al cáncer de mama metastásico. Indicios recientes señalan que esto podría ser el resultado de rutas hormonales paralelas como las de los receptores de progesterona(se abrirá en una nueva ventana) y andrógenos(se abrirá en una nueva ventana), que afectan a la actividad del RE y compiten por el acceso al ADN. El proyecto financiado con fondos europeos ER_disease se centró en comprender esta interferencia entre receptores nucleares en el cáncer de mama. «Sabemos que el RE es el factor impulsor en la mayoría de casos de cáncer de mama», afirma Jason Carroll, un investigador en oncología en la Universidad de Cambridge(se abrirá en una nueva ventana). «A partir de este enfoque, hipotetizamos que podrían activarse otros receptores nucleares, que se expresan de forma endógena(se abrirá en una nueva ventana) en este tipo de cáncer, a fin de interferir en las funciones del RE y así evitar la progresión del cáncer».

Crear controversia

Uno de los resultados clave del proyecto fue la demostración de los beneficios de la progesterona. Este descubrimiento no solo dio la vuelta al paradigma actual, sino que también causó una gran a inesperada controversia. «La progesterona y sus equivalentes sintéticos, llamadas progestinas, siempre se han considerado agentes dañinos que podrían estimular el cáncer», explica Carroll, cuyo trabajo contó con el apoyo del Consejo Europeo de Investigación(se abrirá en una nueva ventana). «Dado que las terapias de reemplazo hormonal incluyen progestinas, las mujeres dejaron de consumirlas para combatir los síntomas de la menopausia y tratar el cáncer». Basándose en un ensayo clínico, los investigadores de ER_disease demostraron que las progestinas son seguras y que su uso debería fomentarse al máximo para tratar el cáncer de mama. Y ahí surge la controversia. «Creímos que la ciencia prevalecería y que las personas pertenecientes a este campo que estaban en desacuerdo con nuestras conclusiones sobre la progesterona reconsiderarían sus posturas cuando presentáramos los datos», señala Carroll. «Sin embargo, estábamos desafiando el dogma y, básicamente, cuestionando las conclusiones de varios laboratorios grandes, lo que probablemente sea la razón de que no hayamos obtenido la respuesta que esperábamos».

Centrado en la ciencia

A pesar de varios rechazos por parte de la comunidad científica, Carroll y su equipo mantuvieron la fe en sus descubrimientos. De este modo, siguieron presentando su trabajo en congresos y publicando artículos de revisión en los que explicaban por qué las conclusiones previas no eran exactas. Incluso establecieron un ensayo clínico como una evaluación definitiva de la actividad de la progesterona y la progestina. «Estoy muy orgulloso de que, a pesar de la presión, perseveráramos y nos mantuviésemos centrados en la ciencia», añade Carroll. «Al hacerlo, estamos corrigiendo ideas equivocadas y, en última instancia, mejorando la salud de las mujeres». En la actualidad, Carroll y su equipo están reorientando su atención de la biología tumoral hacia los procesos que ocurren durante la metástasis. «Es un área poco comprendida en el RE y el cáncer de mama», concluye Carroll. «Pero con la aparición de modelos mucho mejores y con nueva información genética y genómica sobre el proceso, es hora de redirigir la atención del laboratorio hacia esta importante cuestión clínica y biológica».

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