Los manglares luchan contra la degradación de la tierra y la escasez de agua
El vuelo de las aves, los termiteros y los erizos son solo algunos de los fenómenos naturales que los científicos han estudiado a fin de obtener la inspiración para la tecnología. Al imitar a la naturaleza, han conseguido resolver muchos desafíos, ofreciendo así aplicaciones prácticas a la sociedad, desde aviones y edificios ecológicos hasta velcro. En un ejemplo más reciente de biomímesis, los investigadores con apoyo del proyecto financiado con fondos europeos HYDROUSA han recurrido a los manglares como fuente de inspiración para abordar el problema de la degradación de la tierra y la escasez de agua en zonas costeras del Mediterráneo.
Una desalinización inspirada en los manglares
Planet, socio del proyecto HYDROUSA, desarrolló la plataforma tecnológica inspirada en los manglares, llamada Mangrove Still. Según Alessandro Bianciardi, ingeniero ambiental y cofundador de Planet, los árboles de los manglares crecen en agua salada y son los primeros en colonizar una costa vacía, ya que pueden desalinizar el agua. A medida que crecen, los manglares crean unas condiciones propicias para la proliferación de otras especies y, juntos, van construyendo todo un ecosistema donde antes no había ninguno. Tal como Bianciardi explica en un episodio del programa de televisión «Sustainable Energy» de la CNBC, la idea era reproducir este proceso mediante la tecnología. El equipo optimizó la actual tecnología de destilación solar observando cómo las plantas absorbían la luz, cómo usaban la capilaridad para tomar agua y cómo determinados organismos regulaban la temperatura o absorbían la humedad del aire. Mangrove Still produce agua destilada a partir de agua salada a través de un proceso de evaporación y condensación realizado por la luz solar. Gracias a esta tecnología innovadora, se puede utilizar agua salada en los cultivos y también se podría usar para regenerar la tierra en las regiones en que ya no es productiva. Además de agua regenerada para el riego, la destiladora también podría producir sal comestible.
Aplicación más allá del Mediterráneo
Como reconocimiento de la solución de desalinización bioinspirada y de bajo coste, el Centro de investigación sobre desalación del Medio Oriente (MEDRC, por sus siglas en inglés) de Omán financió a Planet con 90 000 USD (75 000 EUR) a fin de que siga desarrollando la tecnología para el medio ambiente de Oriente Próximo. Mangrove Still podría proporcionar una solución asequible y sostenible a los agricultores de Omán, donde la intrusión de agua salada afecta a la calidad del agua y del suelo. «Esta financiación nos permitirá probar nuevos materiales y procesos en un entorno científico de forma exhaustiva, con lo que nuestro equipo podrá trabajar para mejorar la eficiencia y la efectividad de nuestro sistema de desalinización solar», afirmó Alessandro Villa, el otro cofundador de Planet, en una noticia publicada en el sitio web de MEDRC. El emplazamiento piloto de Mangrove Still está situado en la isla griega de Tenos. El proyecto HYDROUSA (Demonstration of water loops with innovative regenerative business models for the Mediterranean region) tiene otros cinco emplazamientos piloto en las islas griegas de Tenos, Lesbos y Miconos. El segundo emplazamiento piloto de Tenos consta de sistemas de recuperación de aguas pluviales y agua evaporada instalados en un centro de turismo ecológico. Los dos emplazamientos piloto de Lesbos se centran en el tratamiento de las aguas residuales y la agrosilvicultura, mientras que los dos emplazamientos de Miconos cuentan con sistemas de recogida de aguas pluviales en zonas residenciales y en la subsuperficie. Para más información, consulte: Sitio web del proyecto
Palabras clave
HYDROUSA, agua, manglar, Mangrove Still, desalinización