Un enfoque impulsado por soluciones coordinadas mejora la seguridad del transporte público
Por todo el mundo se han cometido numerosos atentados terroristas en el transporte público, que han provocado la muerte de muchas personas. La vigilancia eficaz de los entornos del transporte público conlleva una serie de desafíos para las autoridades. Mantener el rápido flujo de personas limita las opciones de los controles de seguridad, como en las barreras tarifarias. A diferencia del acceso a los actos públicos o los viajes en avión, la gama de equipaje permitido resulta difícil de restringir. Además, el lapso de tiempo entre que un terrorista entra a una estación o sube a un tren y comete un atentado suele ser demasiado breve para una acción preventiva. El proyecto PREVENT, financiado con fondos europeos, reunió a operadores del transporte público, fuerzas policiales y autoridades públicas a fin de crear un marco para definir sus desafíos comunes. Dicho marco modelizó los procesos de seguridad de los diferentes escenarios a fin de identificar las mejoras necesarias para incrementar la seguridad pública. «Nuestro trabajo abarcó toda la cadena de valor, desde la prevención hasta la mitigación, al estudiar los recursos y las necesidades reglamentarias, de privacidad, económicas, operativas, organizativas y tecnológicas», afirma el coordinador del proyecto Youssef Bouali, del grupo Engineering Ingegneria Informatica. Además de una serie de protocolos prácticos, uno de los legados del proyecto fue el establecimiento de un grupo de observación de usuarios de PREVENT a fin de ofrecer un foro especial para la comunidad de profesionales y partes interesadas.
Mapeo de las necesidades en relación con las soluciones
PREVENT perfeccionó doce escenarios de amenazas a la seguridad del transporte público hasta definir seis de máxima prioridad, a saber: un artículo abandonado en una estación de tren, el reconocimiento antes de un atentado, un tiroteo masivo en una estación de tren, un atentado con un chaleco suicida en un metro, terroristas cruzando diversas fronteras europeas y el sabotaje de las vías. El proyecto creó un inventario de soluciones actualmente desplegadas ante cada uno de esos escenarios. Se llevó a cabo un análisis de vacíos para identificar soluciones de mercado e investigar lo que hasta ahora se desconocía o se ignoró. «Aunque no puedo explicar los detalles operativos concretos, equiparamos las necesidades de seguridad con las innovaciones que se adecuaban a los recursos financieros disponibles. Cuantificamos los beneficios potenciales y empezamos a desarrollar un modelo de contratación pública compartida para maximizar esos beneficios», añade Bouali. El grupo llevó a cabo un análisis de mercado de las soluciones y los proveedores, que incluyó la búsqueda en bases de datos de derechos de propiedad intelectual, industrial y comercial (DPI) y de patentes. Para reflejar los niveles de madurez de esas innovaciones, se creó un plan de acción y se indicó en qué momento se podrían adoptar las soluciones. La evaluación de posibles soluciones también tuvo en cuenta cuestiones como normas de interoperabilidad, marcos reglamentarios, así como disposiciones sobre protección de datos a la luz del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Se seleccionaron las innovaciones con mayor prioridad para resolver los desafíos de seguridad comunes y se inició un ejercicio de contratación precomercial (PCP, por sus siglas en inglés), que incluía un grupo de compradores públicos para el riesgo compartido. Un ejemplo de ello fue la selección de unos algoritmos de análisis de vídeo para detectar artículos abandonados en espacios públicos. Dichas tecnologías pueden emparejar a los propietarios con los artículos, trazar los movimientos de los propietarios que no los recuperan en un periodo determinado y activar una respuesta de seguridad.
Agrupación de recursos
«Los participantes del proyecto y los miembros del grupo de observación acordaron los escenarios de seguridad y el desafío de seguridad común final», explica Bouali. «Nuestro enfoque llevará a la rápida adopción de posibles soluciones de seguridad y a un uso más eficaz del dinero público mediante la agrupación de recursos». A fin de seguir avanzando en el proyecto, el equipo ya ha solicitado financiación en el marco de la contratación precomercial estratégica de la Unión Europea de sistemas avanzados innovadores que respalden la seguridad. Si se aprueba, veinticinco profesionales y operadores del transporte participarán en un proyecto valorado en 13 millones EUR a lo largo de treinta y seis meses, lo que les permitirá desarrollar conjuntamente, probar y aplicar posibles soluciones. El equipo ya ha conseguido trece compradores públicos para cofinanciar la contratación pública.
Palabras clave
PREVENT, terrorismo, seguridad, adquisición, innovación, RGPD, transporte público, terrorismo, vigilancia
