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Social Chemosignaling as a Factor in Human Behavior in both Health and Disease

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Por qué el olor de los bebés puede aumentar la agresividad en mujeres, pero disminuirla en hombres

Las señales olfativas son un aspecto ignorado del comportamiento social humano. Unos investigadores financiados con fondos europeos han proporcionado nuevos hallazgos sobre cómo nuestra salud y comportamiento se ven afectados por los olores corporales.

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Todos los mamíferos terrestres utilizan moléculas transmitidas por el aire para comunicarse, mediante secreciones como el olor corporal. Estos aromas contienen información significativa sobre el comportamiento, la salud y el estado reproductivo, entre otras cosas. El proyecto SocioSmell, financiado con fondos europeos, quiso estudiar este fenómeno en humanos. Noam Sobel, coordinador del proyecto, comenta: «Por diferentes motivos, este comportamiento no se ha tenido debidamente en cuenta en humanos. Los humanos no nos acercamos y olemos a los extraños. No forma parte de nuestro comportamiento aceptado». El objetivo del proyecto SocioSmell era desvelar el papel que la señalización socioquímica desempeña en la salud, la enfermedad y el comportamiento humanos, y comprender las moléculas y mecanismos encefálicos implicados.

Oler paracaidistas

En un resultado preliminar, Sobel y su equipo del Instituto Científico Weizmann descubrieron que los humanos huelen subrepticiamente su mano tras un apretón de manos con un extraño. Sobel añade: «Los humanos se frotan la cara, se tocan la cara a todas horas. Es casi imposible dejar de hacerlo. Esto demuestra que estamos continuamente intercambiando este tipo de información». Su hipótesis es que la señalización socioquímica puede verse alterada en los casos en los que el comportamiento social es disfuncional. En un experimento posterior, adultos con un desarrollo normal y adultos con trastorno del espectro autista (TEA) fueron expuestos al «olor del miedo», en este caso al olor corporal tomado de paracaidistas. Sobel explica: «La reacción típica es un aumento de la activación autosómica, porque el miedo es contagioso. Pero observamos una respuesta fisiológica y psicológicamente diferente en adultos con TEA». La investigación sugiere que algunas de las disfunciones sociales experimentadas por adultos con TEA pueden estar producidas por cambios en la forma en la que las señales socioquímicas se reciben o procesan en el encéfalo.

Mensajero químico

Sobel y su equipo pudieron aislar una de las moléculas principales de la señalización socioquímica, el hexadecanal, de entre los más de cinco mil compuestos volátiles que se encuentran en la piel. Los bebés recién nacidos producen cantidades significativas de hexadecanal en su cuero cabelludo. El grupo pudo demostrar que la exposición a este producto químico reduce la agresividad en hombres, pero la aumenta en mujeres. La diferencia se conservó en gran medida entre sexos; Sobel y sus compañeros pudieron diferenciar los escáneres encefálicos por resonancia magnética funcional femeninos de los masculinos con un 80 % de certidumbre mediante el patrón de actividad despertado por la molécula. ¿Pero por qué existe esta diferencia? Sobel apunta: «La agresividad materna aumenta la esperanza de vida de la descendencia, puesto que la agresividad materna es normalmente protectora. Por el contrario, la agresividad paterna reduce la esperanza de vida de la descendencia, puesto que a menudo va dirigida a los mismos lactantes». El Instituto Científico Weizmann ha solicitado una patente de la molécula.

Bulbos faltantes

El proyecto también descubrió un grupo de mujeres que carece de bulbos olfativos, aunque conservan un sentido del olfato normal. El descubrimiento se produjo casualmente durante un escáner encefálico rutinario en una mujer participante en uno de los experimentos de Sobel. Una búsqueda en la base de datos del Human Brain Connectome Project reveló algunas mujeres más con una afección idéntica. Curiosamente, todas estas mujeres son zurdas. Sobel comenta: «No tenía ningún sentido. El 3 % de las mujeres zurdas tienen una capacidad olfativa perfecta sin bulbos olfativos. Que los humanos puedan tener un sentido del olfato normal sin bulbos olfativos representa un reto para nuestra comprensión de cómo se codifica el olor en el encéfalo». Este trabajo ha contado con el apoyo del Consejo Europeo de Investigación. Sobel destaca: «Sin esta financiación estaríamos perdidos. Nos ha dado la oportunidad de pensar libremente y de hacer pruebas libremente». Sobel afirma que él y su equipo seguirán publicando los datos recabados durante varios años.

Palabras clave

SocioSmell, olor, comportamiento, humano, oler, apretón de manos, miedo, TEA, autismo, bebés, volátiles, hexadecanal