Abordar los puntos críticos de emisión del ganado bovino para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
Los fertilizantes nitrogenados son fundamentales para la actual producción de alimentos, pues ayudan a obtener hierba saludable para alimentar al ganado y contribuyen directamente al crecimiento de los cultivos. No obstante, un problema fundamental es que suele aplicarse mucho más nitrógeno del que los cultivos necesitan en realidad, lo cual puede causar problemas medioambientales, como la liberación de amoníaco, un contaminante atmosférico, y la lixiviación de nitrógeno del suelo a medios acuáticos. Esto puede producir un gran crecimiento de algas en la superficie del agua. «Otro problema medioambiental es la liberación de un gas de efecto invernadero potente: el óxido nitroso (N2O)», señala Karina Marsden, investigadora y profesora de Edafología en la Universidad de Bangor (el Reino Unido). «Cuando pace, el ganado consume nitrógeno en su alimentación y cerca del 90 % del nitrógeno es excretado de vuelta al pasto. Ese nitrógeno se concentra en parches de orina que exceden con creces lo que necesitan las plantas. Ese exceso de nitrógeno puede liberarse a la atmósfera en forma de N2O». Países de todo el mundo están poniéndose objetivos ambiciosos para reducir sus emisiones generales de gases de efecto invernadero, y está claro que el sector agrario deberá hacer su parte. Reducir las emisiones de N2O derivadas de los fertilizantes y los excrementos del ganado podría ser fundamental en esta labor.
Identificar los puntos críticos de emisión
El proyecto Target-N2O, emprendido con el respaldo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, se propuso abordar esta cuestión. Marsden, quien era la beneficiaria de la beca individual de investigación Marie Skłodowska-Curie del proyecto, determinó que las vacas tienden a agruparse en zonas concretas, como entradas, abrevaderos y caminos. La investigadora quería comparar las emisiones de N2O de estas zonas con las de los pastizales y probar posibles acciones específicas para reducir estas emisiones. «Trabajamos en dos granjas lecheras diferentes en Australia y una en el Reino Unido», afirma Marsden. «Se analizaron las muestras de orina del ganado bovino depositadas en distintas zonas de la granja a fin de cuantificar las emisiones de N2O, a la vez que se evaluaban las características físicas, químicas y biológicas del suelo». También se analizaron las comunidades microbianas para ver cómo responden a la orina depositada en el suelo. Después, Marsden utilizó modelos de simulación en las granjas para obtener una idea más clara de las emisiones de N2O concentrado que emanaban de determinadas partes de la granja. «Para saber dónde centrar las acciones de mitigación, es importante poder estimar las fuentes de emisión con la mayor precisión posible», añade Marsden.
Informar de las estrategias de mitigación
Usando esta información, Marsden se propuso a continuación probar la eficacia de un aditivo del suelo (un inhibidor de la nitrificación) para ver si aplicarlo en determinadas zonas de las granjas podría ayudar a reducir las emisiones. «En las pruebas de campo, pude mostrar que, cuando se aplican inhibidores de la nitrificación a la orina en una zona de entrada, no son tan efectivos como cuando se aplican a los pastos estándar», comenta. «Por lo tanto, para abordar estos puntos críticos de emisión, debemos plantearnos ajustar las concentraciones de inhibidores del nitrógeno, o encontrar otras soluciones. Esto es algo en lo que espero seguir trabajando en investigaciones futuras». Marsden ya está pensando en escenarios alternativos de mitigación de emisiones en granjas. Estos podrían incluir vallas virtuales para mantener a los animales apartados de los puntos críticos de emisión identificados. Sería posible trasladar la ubicación del pienso y los abrevaderos. Las granjas también deberían plantearse tener más de una entrada, de manera que el suelo y la vegetación de las zonas de agrupamiento puedan recuperarse más rápido de los daños. «Espero que este proyecto haya contribuido a cuantificar con más precisión las emisiones de N2O de los sistemas de pastoreo», concluye Marsden. «Esto ayudará a dirigir las opciones de mitigación que reduzcan las emisiones en las granjas de la mejor manera posible».
Palabras clave
Target-N2O, nitrógeno, fertilizantes, agricultura, cultivos, ganado bovino, amoníaco, contaminante, gas de efecto invernadero
