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Partioning Tree Methane Emissions

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Desarrollo de un método nuevo para medir las emisiones forestales de metano

Los bosques boreales producen metano, pero se desconoce en qué medida contribuyen a las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera del planeta.

Alimentos y recursos naturales icon Alimentos y recursos naturales

El metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante después del dióxido de carbono, pero tiene una mayor capacidad de retención del calor que este último. «Mi investigación se centra en analizar si los tallos o los brotes de los árboles son una fuente de metano en la que no habíamos pensado antes», comenta Lukas Kohl, investigador del proyecto PaTreME del Instituto de Investigación del Sistema Atmosférico y Terrestre (INAR, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Helsinki (Finlandia). Se sabe que los suelos absorben y producen metano en determinadas condiciones climáticas. «Sin embargo, si estudiamos el bosque en su conjunto, no observamos esto», agrega Kohl, cuya investigación, que contó con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, se centró en los bosques de Finlandia después de investigar durante unos años los bosques de Canadá. Varios procesos producen metano en el suelo que, a continuación, se transporta a través de los tallos de las plantas a la superficie de las mismas, explica el investigador. «El metano podría ser producido por microorganismos que viven dentro de las plantas o por reacciones independientes de microorganismos en las acículas como, por ejemplo, una reacción a la luz ultravioleta». Conocer la fuente puede ayudar a pronosticar cuánto metano emitirá un bosque y cómo cambia con las diferentes prácticas de explotación forestal, lo que afecta al balance global de gases de efecto invernadero. «En último término, queremos crear modelos que describan matemáticamente este proceso con precisión», destaca Kohl. «En el futuro, esto ayudará a informar prácticas agrosilvícolas climáticamente inteligentes, que son mejores para las emisiones mundiales de metano y para la biodiversidad», señala el investigador.

Recogida de metano de los árboles

El grupo, que a veces trabaja en el proyecto financiado por el Consejo Europeo de Investigación MEMETRE, desarrolló un nuevo método para recoger metano, ya que otros métodos no podían producir suficiente gas de los brotes arbóreos para su análisis. «Instalamos una cámara de plástico alrededor de un montón de acículas, es decir, de un brote arbóreo, y observamos cómo cambiaba la cantidad de metano en la cámara a lo largo del tiempo», explica Kohl. Sin embargo, esto no es tan sencillo como parece. Poner follaje en una cámara cambia el entorno. «Consume todo el dióxido de carbono. Si lleva a cabo la fotosíntesis, libera mucha agua que se puede condensar en las paredes de la cámara. Además, esto también hace aumentar la temperatura», comenta Kohl. «Así que construimos un sistema de medición que puede reponer de forma automática el dióxido de carbono que puede enfriar el sistema y eliminar el exceso de agua. También realiza mediciones de forma automática». «En estas cámaras tenemos seis brotes de seis árboles diferentes y, en ellas, podemos medir de forma automática el flujo de metano al aire de las acículas de cada uno de ellos, cada una o dos horas, incluso de noche», agrega Kohl, que puntualiza que este método no se ha utilizado nunca antes. Para diferenciar las fuentes de metano, el aire circula repetidamente entre la cámara y un analizador informático. A continuación, se combinan las mediciones con análisis de laboratorio de isótopos estables y oligoelementos, así como con modelos bioquímicos microbianos.

Efecto directo de la luz sobre las emisiones

Aún se están analizando gran parte de los datos. «No obstante, hemos observado emisiones de metano cuando sale el sol, o cuando se enciende la luz del invernadero, y que desaparecen casi de inmediato cuando oscurece», señala Kohl, que indica que la producción de metano se debe con probabilidad a una reacción lumínica independiente de los microorganismos edáficos. A fin de desarrollar mejor el método, el equipo del proyecto no solo trabajó con brotes arbóreos que únicamente producen pequeñas cantidades de gas para su análisis, sino también con brotes herbáceos individuales en turberas, cuyas emisiones de metano son mucho más elevadas. «Ahora estamos tratando de emplear este método en el campo», comenta Kohl, pero apunta que mantener las acículas en un entorno parecido al de las condiciones naturales constituye todo un reto.

Palabras clave

PaTreME, bosques boreales, silvicultura, metano, gases de efecto invernadero, fotosíntesis, acículas

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