¿Por qué no pueden pestañear las serpientes?
Aviso de antemano: si alguna vez reta a una serpiente a un duelo de miradas, perderá. «Dado que las serpientes no poseen párpados, no pueden pestañear», explica Bruno Simões, investigador en la Universidad de Plymouth (el Reino Unido). Simões lleva diez años estudiando la evolución de los ojos de dichos reptiles. «Cada paso evolutivo se refleja en la visión de un animal», afirma Simões. «Así, la mejor manera de entender cómo y por qué las serpientes evolucionaron de este modo es mirándolas a los ojos». Aunque las serpientes actuales no tienen párpados, lo que sí tienen es una escama transparente denominada «escama ocular». Se trata, en esencia, de una versión modificada de las escamas presentes en el resto del cuerpo de la serpiente y actúa igual que un párpado: protege el ojo y lo mantiene relativamente húmedo. Sin embargo, a diferencia de un párpado, la serpiente muda de forma regular dicha escama ocular, como el resto de sus escamas.
Una mirada fija para una visión ininterrumpida
Según Simões, esta falta de párpados es fruto de un largo proceso evolutivo. «En algún momento, las serpientes compartieron el mismo espacio que unos hambrientos dinosaurios. Por lo tanto, para sobrevivir, tuvieron que adaptarse», añade. Una de estas adaptaciones consistió en pasar a un modo de vida más nocturno. «Con esta transición, los ojos de las serpientes se fueron simplificando cada vez más», comenta Simões. «Creo que fue entonces cuando las serpientes perdieron los párpados y desarrollaron la escama, lo cual les permitió mantener los ojos abiertos todo el tiempo». Sin embargo, os estaréis preguntando cómo duermen las serpientes si no pueden cerrar los ojos. Simões confiesa que, en realidad, los científicos no lo saben. «Lo más probable es que el encéfalo reptiliano de una serpiente le permita dormir con los ojos abiertos», explica. «Podría tratarse de otro importante mecanismo de protección, ¡como si durmiese con un ojo abierto!»
Serpientes con gafas de sol amarillas
Los ojos de las serpientes siguieron evolucionando tras la pérdida de los párpados. De hecho, dado que no tienen un párpado protector, los ojos también tuvieron que cambiar. Este paso evolutivo es más evidente en la lente de los ojos de una serpiente moderna, que remite al modo de vida nocturno o diurno de dicha serpiente. «Las serpientes nocturnas tienen una lente transparente que les permite ver mejor por la noche», explica Simões. «Sin embargo, las serpientes diurnas tienen una lente amarilla que filtra la luz ultravioleta peligrosa y protege la retina, como unas gafas de sol». Simões añade que muchas serpientes nocturnas también han desarrollado una mayor capacidad de contracción de la pupila, por lo que la necesidad de proteger el ojo (mediante un párpado) resulta, básicamente, irrelevante. «Al comprender la evolución del ojo, podemos obtener nueva información sobre el origen de las serpientes y su adaptación a un entorno y un clima en constante cambio», concluye Simões. Haga clic aquí para obtener más información sobre la investigación de Bruno Simões: Estudio de la evolución de los ojos complejos de los lagartos y las serpientes
Palabras clave
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